El intenso calor presidió ayer la tercera jornada de Moaña Antiqua. San Martiño se pobló de foráneos que acudían a participar en esta fiesta medieval que se organiza desde la concejalía de Promoción Económica y Turismo, que dirige la edil Coral Ríos (BNG). A la hora de comer, los locales estuvieron llenos y en algunos se acabaron hasta los huevos para hacer las tortillas, que se hacen igual ahora que en el medievo, aunque el origen del fuego es diferente. Este año, la organización decidió limitar el número de puestos y el resultado fue positivo. Comenta Coral Ríos que todos se mostraban satisfechos y reconoce que fue uno de los fallos de la primer edición. El fin de fiesta fue a golpe de tambor. el grupo de percusión recorrió San Martiño rompiendo tímpanos y haciendo temblar los muros de las casas. Se dejaba constancia del final.