La Diputación ha pavimentado recientemente el tramo de carretera entre Vilariño e Igrexario, en la parroquia de O Hío, pero sigue sin urbanizar los espacios cedidos por los vecinos en la calle David Cal para dar continuidad a las aceras y que siguen "a monte", según denuncia la asociación Pedra Amarrada, que exige a los responsables de la institución provincial "que cumpran os compromisos" y ejecuten ya las obras.
Según los representantes del colectivo, en su día se llegó a un acuerdo entre responsables políticos, técnicos y propietarios de parcelas colindantes con la carretera para que estos últimos cedieran una franja a cambio de levantarlas un muro de cierre en la finca, pero el trato no se cumplió. "A día de hoxe aínda quedan muros pendentes de levantar e espazos sen urbanizar", aseguran desde la asociación, que aluden a que esos trabajos estaban contemplados en el proyecto de ejecución, pero no se han llevado a cabo, quedando varias franjas "baldías e a monte". Las quejas ya fueron trasladadas en varias ocasiones a la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, así como al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, que visitó recientemente la zona y se comprometió a gestionar ante la Diputación las actuaciones pendientes.
Aunque desde el gobierno local se llegó a "lamentar" que tales compromisos con los dueños de fincas no llegaran a plasmarse por escrito, para darle fuerza a la reivindicación vecinal, Pazos matizó ayer que las obligaciones de la Diputación en este asunto son "de coñecemento público" y asegura que en los próximos días contactará con los responsables provinciales para que los lleven a cabo, tanto la construcción de los muros como la urbanización del terreno "sobrante". El alcalde entiende que se trata de una actuación "asumible" y pretende que se ejecute "no menor prazo de tempo posible".