El Festival Intercéltico do Morrazo aumentará en presupuesto y días de conciertos este año. A falta de anunciar los nombres propios de la música del mundo celta que se subirán al escenario este año, el concejal de Cultura de Moaña, Salvador Meira, explica que el festival se desarrollará los próximos días 26, 27, 28 y 29 de julio.

Mientras el miércoles 26 de julio se reservará a actividades culturales paralelas y está prevista la presentación de un libro, el grueso de los conciertos se llevarán a cabo entre el jueves y el sábado.

Con una jornada más de conciertos, el Intercéltico aspira a atraer todavía más visitantes a Moaña que hace un año. Se trata de la 33ª edición del festival de música celta más antiguo de toda Galicia y que, tras unos años en los que su supervivencia incluso corrió peligro, vuelve a posicionarse con fuerza como una cita ineludible para los amantes de los ritmos tradicionales de la Europa atlántica.

Un día más de conciertos acarrea también una mayor inversión. El gasto del Concello crece en 10.000 euros este año, alcanzando la cifra total de los 40.000 euros. La administración local lo financia con recursos propios, pero Meira explica que la actuación de un grupo gallego de referencia correrá a cargo de la Deputación de Pontevedra.

La música irlandesa se perfila como la principal protagonista de la edición de este año, pues el edil adelanta que habrá al menos un grupo llegado de esta isla, así como otro conjunto del folklore estadounidense creado por los descendientes de irlandeses. Además de grupos gallegos también sonarán en Moaña gaitas asturianas.

Irlanda, Escocia y Portugal ya tuvieron presencia en la edición del pasado año, que había ampliado sus horizontes contando incluso con representaciones teatrales paralelas y con una jornada para que los músicos tradicionales de Moaña mostrasen todo su talento.

En la pasada edición, el festival concentró en su día grande a más de 3.000 personas frente al palco de la alameda del centro. El evento consiguió colgar el cartel de completo en los hoteles de la villa y, más allá de las actuaciones, los músicos ofrecieron talleres musicales para vecinos de la villa.

El presupuesto aumenta por segunda edición consecutiva, pues en el pasado verano ya se habían invertido 8.000 euros más que en el año 2015, con el objetivo de recuperar el esplendor de finales del pasado siglo.