Mientras dos de los abogados que llevan el caso del clan de los morones por extorsión, coacciones y blanqueo de dinero en la denominada Operación Vida, se entrevistaban en A Coruña con el fiscal jefe de Galicia, Fernando Suances, para intentar la revisión de las fianzas y la dispersión carcelaria de Sinaí Giménez y de sus dos hermanos Juan Paulo y Saúl con el fin de sacarles de prisión en la que llevan algo más de un año, la madre Flora Jiménez Gabarri, hacía lo mismo pero mediante una carta a la opinión pública. "Pido a la justicia que tienen en sus manos a mis hijos que, por favor, les den la libertad", asegura una mujer que se queja de que no tienen dinero.

Los letrados Arangúren, que defienden a Sinaí; y Beatriz Seijo, a Juan Paulo, acudieron a la entrevista con el fiscal, pero ninguna de las partes quiso realizar declaraciones. Arangúren sólo manifestaba que todavía hay un recurso pendiente de resolver en la Audiencia para la rebaja de la fianza para su defendido, de 100.000 a 50.000 euros.

La madre del clan asegura en su carta, que el cuarto de sus hijos Marino Giménez ya no está en prisión porque hizo frente a la fianza rebajada a 50.000 euros, que fue posible, dice "gracias a que familiares, amigos y conocidos, tanto gitanos como payos, ingresaron diversas cantidades hasta completar el total. Por ello, doy las gracias a los payos y a los gitanos que colaboraron para poder tener a mi hijo en casa con su familia". También recuerda que Marino había sido puesto en un primer momento en libertad por su problema de gordura mórbida y después tuvo que volver a prisión obligado al pago de la fianza "cosa que nadie puede llegar a entender. Por mucho que se busque la verdad, yo no la encuentro".

Efectivamente, el juez titular del Juzgado nñúmero 3 de Cangas,q ue instruye las diligencias, decretó a finales de noviembre de 2016 la libertad sin fianza para Marino Giménez por su problema de enfermedad,. Marino había ingresado el primer mes en la prisión de A Lama y después pasó a Teixeiro. Pero la otra parte de los gitanos zamoranos, recurrió y la Audiencia Provincial dictó de nuevo prisión con fianza de 50.000 euros. A finales de marzo, Marino ingresó voluntariamente en prisión, en este caso en A Lama y quince días después salió en libertad al abonar los 50.000 euros de la fianza.

La madre, que también está investigada en el procedimiento, junto a su marido, el patriarca Olegario Giménez, una hija y sus dos nueras, insiste en reclamar la libertad de sus otros tres hijos: "No tenemos dinero y además hace más de un año que están presos sin motivo y sin razón. Para tener en prisión a mis hijos o a cualquier persona hay que tener encima de la mesa hechos probados y no suposiciones y habladurías de gente que sólo busca hacer daño".

Todos los hermanos están dispersos en cárceles, algo que la familia quiere corregir por los gastos que suponen las visitas. Sinaí Giménez, autoproclamado el príncipe de los Morones, permanece ingresado en la prisión de Villabona, en Asturias; Juan Paulo, en la de Teixeiro A Coruña) y Saúl, en la de Monterroso (Lugo).

La madre pregunta tanto al juez como al fiscal "que tienen en sus manos a mis hijos si hicieron lo que dicen, si lo dicen ustedes por sí mismos o se lo han dicho otros de ellos". Les pide "perdón" y "comprensión proque soy una madre con cuatro hijos presos y no sé leer ni escribir, pero sçí sé lo que es el sufrimiento y también que ustedes saben que en la vida lo que más le duele a una madre son sus hijos". Por último, pide a los payos que "tengan misericordia" de ella "porque lo que se está haciendo conmigo no tiene perdón". Asegura que es enferma de leucemia y les dice la frase de:"no escupas al cielo que en la cara te cae".