La provincia marítima de Vilagarcía, con el 73% de la producción total, vuelve a ser la clara referencia en cuanto a acuicultura del mejillón en Galicia. De las 239.000 toneladas totales, resulta que en los puertos de Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Vilaxoán, Vilanova, A Illa, Cabo de Cruz, Rianxo, O Grove y Cambados se descargaron nada menos que 174.497 toneladas.

Lógicamente esto tiene una repercusión directa en la facturación, de ahí que de los 109 millones de euros generados en Galicia por el "oro negro" de las bateas correspondan a la provincia marítima vilagarciana, o lo que es lo mismo, a la ría de Arousa, 78 millones de euros (71,5%).

A continuación se sitúa la provincia marítima de Vigo, formada por los distritos marítimos de Portonovo (Sanxenxo), Bueu, Cangas, Vigo, Baiona y Redondela, en este caso con 52.158 toneladas de mejillón y una facturación de casi 25 millones de euros.

Y por último, la provincia marítima de A Coruña, con distritos productores de molusco como Sada, Muros y Noia, que acumularon en 2016 alrededor de 12.600 toneladas que supusieron unos ingresos de seis millones de euros.

Si se comparan los resultados de producción o descargas de mejillón del año pasado con los correspondientes a 2015 puede concluirse que el mayor crecimiento se registró en el distrito de Bueu, donde el volumen aumentó un 77% y los ingresos se elevaron en un 86%.

También es importante la subida en Baiona, con un 21% más de volumen y un 34% por encima en los ingresos respecto a 2015.

Entre los distritosque mejoran resultados en 2016 están, igualmente, Ribeira, que subió respecto a 2015 un 12% en volumen y un 30% en ingresos; Sada, que creció un 7% en cantidad y un 4% en facturación; y Cangas, (descarga en Moaña y Domaio) que sube un 1,29% y un 5,76%, respectivamente.

En lo referido a los puertos que experimentan descensos, puede citarse a Muros, que baja un 42% en volumen y un 38% en ingresos; Redondela, que cae un 30% en ambos casos; O Grove, que baja un 21% en cantidad y un 17% en ganancias; Vigo, con un 16% y un 12% menos, respectivamente; o al distrito marítimo de Vilagarcía, que baja un 17% en volumen de mejillón respecto a 2015 y un 14% en la cantidad ingresada por ello.

El conjunto de la provincia marítima de Vilagarcía pierde un 10% y un 4%, respectivamente; mientras que la de Vigo baja un 2,69% en volumen pero sube un 3,33% en ingresos.

Si se analizan los resultados puerto a puerto puede destacarse que las mayores descargas se produjeron en A Pobra do Caramiñal, con 59.221 toneladas de mejillón y casi 27 millones de euros; por delante de Cambados, con 43.244 toneladas y veinte millones de euros; y el distrito marítimo de Vilagarcía, donde se comercializaron 36.500 toneladas de mercancía para generar más de catorce millones de euros.

La relación en la ría arousana se completa con O Grove, donde Porto Meloxo generó por sí solo casi doce millones de euros (26.764 toneladas de mejillón), y Ribeira, con algo más de cinco millones de euros (8.766 toneladas).

En cuanto a la provincia marítima de Vigo, el de Cangas es el puerto de referencia, con 23.583 toneladas de mejillón de batea (once millones de euros); a mucha distancia de Redondela, con 9.123 toneladas de molusco y 3,5 millones de euros, y Potonovo, con una facturación similar tras despachar 8.404 toneladas.

En esta ría también se descargó "oro negro" en Bueu. Fueron 7.474 toneladas que generaron 4,7 millones de euros. E igualmente en Vigo, con 2.572 toneladas (un millón de euros) y Baiona, con mil toneladas y 562.932 euros.

Para terminar, decir que Sada rondó los cuatro millones de euros tras descargar 6.890 toneladas, que Muros se acercó a los dos millones de euros después de hacer lo propio con 4.478 toneladas y que Noia se quedó por debajo del millón de euros (1.226 toneladas de mercancía).

El mejillón descargado en los puertos gallegos puede destinarse tanto al sector industrial -conserveras y cocederos- como al mercado de fresco -depuradoras-, y éste último, a su vez, de distribuye en tres categorías: Grande, mediano y pequeño.

El de menor tamaño, es decir, el que mete más piezas por kilo y es más demandado en Europa, sigue siendo el más abundante y el que mayores ingresos genera, aunque los resultados descendieron en 2016 respecto al ejercicio anterior.

Todo lo contrario de lo sucedido con el mediano, con un incremento del 13% (43.234 toneladas). El grande (14.479 toneladas) cayó 13 puntos.