El Concello de Moaña ha logrado una subvención de la Dirección Xeral de Maiores e Persoas con Discapacidade, financiada en parte por fondos de la Unión Europea, para llevar a la realidad el proyecto de mejora de la accesibilidad en la alameda del centro y en toda la céntrica calle Concepción Arenal. La concesión de una partida de 56.250 euros, que será complementada por el propio Concello hasta una inversión total de 75.000 euros, fue dada a conocer ayer por el concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro.

Este edil explica las medidas incluidas en su proyecto y cuyas obras ya se han iniciado y se prolongarán a lo largo del año 2017, "pois apreciamos problemas graves nesta rúa para persoas con mobilidade reducida".

Una de las actuaciones será adaptar y eliminar barreras arquitectónicas en todos los pasos de peatones que atraviesan la calle más céntrica de Moaña, y en donde se concentran buena parte de los servicios y comercios de la villa. "Algúns pasos de peóns non están adaptados correctamente, e iso é algo que se vai corrixir", apunta Barreiro.

Otra actuación será la sustitución de las plaquetas adaptadas para personas invidentes o con dificultad de visión. La normativa se modificó en este aspecto y si antes se exigía que en aceras y paseos se instalase una franja con baldosas de botón, ahora deberán ser baldosas direccionales, que ayuden a desplazarse a aquellos ciudadanos que necesitan usar un bastón por problemas de visión.

Más allá de esta sustitución en las aceras, la actuación que tendrá un mayor calado a ojos de los vecinos será la adaptación integral de la zona de aparcamientos en batería, paralela a la alameda. En estos momentos los conductores se encuentran con un problema, y es que solo pueden subir a la zona peatonal tras invadir parte de la calzada de la calle, con el riesgo que ello supone, sobre todo para aquellos que deben quitar del maletero objetos como un carrito de bebés o una silla de ruedas.

Con la modificación se retirarán los setos que separan la alameda de la zona de estacionamiento en batería. Su retirada ya ha empezado. Se eliminará también la barrera arquitectónica que supone el bordillo de la alameda, que pasará a ser una rampa suave. Esto facilitará a las personas con discapacidad acceder directamente desde sus coches hasta la zona peatonal. Para mejorar el espacio de movilidad se pintará un cebreado entre las plazas de estacionamiento y la calzada y para impedir que los coches puedan subir de los aparcamientos a las baldosas se instalará una línea de bolardos a modo de barrera sin limitaciones arquitectónicas.

Los aparcamientos en batería que se actualizarán cambiarán de sentido, por lo que los conductores deberán aparcar marcha atrás en Concepción Arenal, y no de frente, como ocurre en estos momentos.