Portando una pancarta con el lema "O monte é noso. Veciñ@s de Aldán", medio centenar de personas se concentraba fuera de los juzgados de A Parda en Pontevedra. Acudieron a apoyar a José Bermúdez para defender que las más de 280 hectáreas en litigio son históricamente monte comunal "e foron usurpadas e privatizadas de xeito fraudulento", por los condes de Canalejas en su día, para ser posteriormente segregadas y vendidas. También acudieron ediles del equipo de gobierno local como Mariano Abalo, Mercedes Giráldez y Tomás Hermelo.

A la salida del juicio, Bermúdez se mostraba enfadado con parte de las preguntas de los abogados defensores, que buscaron poner en cuestión su legitimidad para solicitar en nombre de los vecinos de Aldán la titularidad comunal de los montes. "Nos trataron coma se foramos aldeáns que non sabemos o que é noso nin administrar os terreos", lamentó.

La mayoría de los vecinos habían partido de Aldán a las 8.30 horas en un autobús, aunque algunos lo hicieron en coches particulares. Accedieron al arranque de un juicio por el que esperan desde que se interpusiese la denuncia en el año 2005. En los últimos meses denunciaron en varias ocasiones que la defensa estaba embarcada en una estrategia de "dilación".

En la sala se mantuvo un correcto orden aunque a la salida se comentaron varias partes de las declaraciones. Lo más comentado fue la argumentación de la responsable de Geriatros. Sus alusiones al número de empleados y sus referencias a los ancianos residentes no sentaron del todo bien entre los vecinos que defienden la propiedad comunal, al entender que estaba utilizando a los mayores.

También causaron sorpresa varias preguntas de los abogados defensores a José Bermúdez. Desde su domicilio actual hasta su ocupación, fueron algunas de las cuestiones, lo que generó varios momentos de tensión tras alguna respuesta del vecino demandante, que fue considerada "fuera de lugar" por la jueza.

Tras la sesión, el demandante explicó que entendía que las preguntas de carácter personal "querían atoparme nun renuncio, porque pretendían demostrar ou que non son de Aldán ou que non coñezo ben a parroquia". Y es que en algunas cuestiones los abogados preguntaron por toponimias concretas de las propiedades que lindaban con los terrenos en litigio.

Ante la juez declaró que sobre el terreno sabría delimitar correctamente las bolsas de superficie forestal sobre las que reclama su reversión al pueblo.

De todas formas, los ánimos fueron mejorando en el trayecto de vuelta y el optimismo sobre una sentencia final favorable a sus intereses se aferraba sobre todo a lo ocurrido en casos anteriores. "Se lle deron a razón aos veciños de Beluso, nós teremos que gañar tamén", apelaban. Mientras tanto, se citaron para volver a los juzgados de Pontevedra el próximo lunes.