El proceso para la liquidación concursal de la promotora Gaeva 2000, que se encargó de la urbanización de As Lagoas en Bueu, está a punto de concluir. El administrador concursal ha trasladado ya a las partes su intención de cerrar en breve el procedimiento después de que durante el verano se hayan vendido las últimas propiedades que restaban, incluyendo dos dúplex en el edificio Gaevamar. La única excepción es un bajo comercial ubicado en la manzana dos, pero la administración concursal entiende que a estas alturas se trata de un mal menor que no debe impedir la conclusión de la liquidación. Hay una segunda excepción, que es el solar sin edificar ubicado delante de la manzana cinco y al lado del parque infantil. Las fuentes consultadas han confirmado que ese terreno se lo quedará finalmente el banco que financió en su día la urbanización. La entidad intentó "colocar" ese terreno, pero finalmente no ha encontrado un comprador dispuesto a pagar el precio que pedía.

El solar, que se corresponde con la denominada manzana tres, tiene una superficie de 2.600 metros cuadrados y una edificabilidad que ronda los 8.000 metros cuadrados, con lo que se podrían llegar a construir en torno a 100 viviendas. El banco intentó colocar en el mercado este terreno a un precio entre 900.000 y 1 millón de euros, según explican fuentes cercanas al proceso concursal. Como finalmente no ha logrado su objetivo se quedará con el terreno para intentar venderlo o urbanizarlo más adelante, cuando las condiciones del mercado inmobiliario sean más propicias.

La promotora Gaeva 2000 tenía precisamente para este ámbito algunos de los planes más ambiciosos de la urbanización. En su momento se llegó a barajar la construcción de un centro comercial o incluso de comercializar los pisos como un "condohotel". Esto significa que los propietarios de los pisos se reservarían para sí la ocupación del inmueble durante unos meses determinados y durante el resto la promotora o una empresa especializada podrían alquilarlos como viviendas turísticas. Todos estos planes y alternativas se vinieron abajo con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que afectó a las dos grandes promociones que se ejecutaron en estos años en el centro de Bueu: Massó y As Lagoas. La crisis fue más dura con el segundo espacio, mucho más amplio y que se intentaba desarrollar desde finales de la década de 1980, siempre de manera infructuosa debido al elevado número de propietarios implicados. Los trabajos de la urbanización llegaron a estar parados durante un año y medio mientras se negociaban nuevas condiciones de financiación con el banco y la empresa constructora.

La promotora solicitó el concurso de acreedores en el año 2013, lo que a su vez significó la aprobación de un plan de viabilidad para finalizar los trabajos de la manzana cinco (que incluía 52 viviendas) e intentar vender todas las viviendas con una importante quita sobre el precio inicialmente fijado. Al final se pudieron "colocar" todos dentro una horquilla que osciló entre los 80.000 y los 110.000 euros aproximadamente.

El cierre del proceso concursal sin embargo aún podría estar condicionado por un último factor. La junta de compensación y el Concello de Bueu tienen aún pendiente formalizar una permuta de terrenos. Las dos partes acordaron en su día intercambiar una parcela de 753 metros cuadrados situada al lado de los terrenos donde se quiere construir la piscina municipal, clasificada como espacio libre de uso privado, y otra de 543 metros cuadrados, emplazada al lado de la calle José María Estévez, y que estaba clasificada como zona verde de uso público. La permuta aún no se ha materializado y desde el gobierno local apuntan que intentarán cerrar cuanto antes este proceso.