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"Operación Vida" contra la extorsión en los mercadillos

Otro testigo protegido declara que los "Morones" impedían bodas y las mujeres guardaban armas

Sostiene que era Sinaí Giménez y su madre Flora las cabezas pensantes y que su hermano Saúl ejercía la intimidación -El juez suspendió las comparecencias previstas para los días 27 y 29 de junio y 15 de julio

Sinaí Giménez es trasladado al juzgado de Cangas el día antes de entrar en prisión. // Gon

Segunda jornada consecutiva de declaraciones de testigos protegidos en Cangas y el cerco sobre los "Morones" se va cerrando. Ayer solo compareció por videconferencia, en sombra y con voz distorsionada el testigo número 6, cuando estaba previsto que lo hiciera también el número 7. Hay en total trece testigos protegidos y ayer se dio a conocer la suspensión de las declaraciones previstas para los días 27, 29 de junio y 15 de julio.

Las declaraciones de este nuevo testigo protegido revelan extorsiones, amenazas, agresiones y utilización de matones y armas de fuego que portaban las mujeres, además de poner de manifiesto que en un primer momento quien controlaba la cooperativa de vendedores ambulantes era Olegario Giménez, que después lo hizo su hijo Sinaí, que cambió muchas cosas y utilizó ya maneras más contundentes e intimidatorias para obligar a los vendedores ambulantes que estaban en la cooperativa a hacer lo que quería. Se constata que después se hizo cargo de la cooperativa el hermano de Sinaí, Marino, pero que pronto se demostró que por atrás seguía dirigiendo Sinaí. Sostiene que era éste y su madre, Flora Jiménez Gabarri, las cabezas pensantes. También relató que los "Morones" abrían y cerraban los mercados que les interesaba, con huelgas y presionando a los ayuntamientos. Mencionó que las amenazas también las proferían las hijas de Olegario y que en una ocasión Sinaí Giménez les comentó "os he tenido de baja 8 meses" en plan de castigo. Que de los cobros en los mercadillos se encargaba Sinaí, pero sobre todo Estela, una chica rumana que era pareja de Marino, y también la mujer de Sinaí, que pagaban entre 100 y 150 euros al mes, al margen de lo que pagaban como autónomos.

Control de los mercadillos

El testigo protegido relató ante el titular del juzgado número 3 de Cangas, David Pérez Laya, y en presencia de los abogados de los "Morones" Marcos García Montes, Carlos Díez Ordejón, Ramón Montenegro; su abogado Alfredo Iglesias y el de Estela Fernández, que Sinaí les prohibió celebrar bodas, cuando ellos decidieron desvincularse, hace dos o tres años y que hace dos años, en O Porriño, celebraron una con la presencia de la alcaldesa. Declara que Marino se presentó por allí con varios matones, pero no llegaron a bajarse del coche porque había presencia policial. Asegura que fue testigo de varias agresiones a compañeros, tanto en Vigo, cuando un matón se bajó del coche de Sinaí Giménez y le dio con un hierro que le partió las manos a un compañero que se llama Emiliano Jiménez Misa. Afirma que estos hechos fueron denunciados.

Mantiene que el pacto firmado con la Fiscalía para acabar con el destierro nunca se cumplió, que pronto comenzaron las amenazas. Recuerda que otro de los hermanos de Sinaí, Saúl, acompañado de un matón siempre los amenazaba. De hecho, asegura que Saúl no tenía otro cometido en la trama más que el de extorsionar y amenazar. Apunta el testigo que un tal Rafael, "una persona que tiene coleta, es un chico de O Porriño, que lo usaban para pegar y ahora ha desaparecido. Afirma que no vieron armas, pero sabían que las llevaban, "que esto lo vieron todos y una de las cosas es que las mujeres llevaban las armas en las bolsas y que de tiros hablaban muchas veces.

Manifestó el testigo que Sinaí Giménez cerró varios mercadillos. "Que cerrar quiere decir que Sinaí no les dejaba montar en mercadillos a los vendedores ambulantes que no estaban en la cooperativa, solo a ellos, los demás podría estar en los mercadillos. Que los conflictos con Sinaí, su entorno y los ayuntamientos vienen desde hace años, con Teresa Casal, en Pontevedra. Revela también cómo en un momento dado la hija de Olegario le pegó un guantazo a la mujer de un compañero, llamado Luis.

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