El gobierno de Cangas requiere a Abanca para que repare la valla instalada alrededor de ballenera de Massó. El incendio del lunes puso al descubierto esta situación, que según numerosos vecinos que pasean por la zona. hace tiempo que se da. La ballenera, una zona peligros, con grandes fosos, fue vallada por Abanca a requerimiento del Concello de Cangas y dentro del plan de seguridad que la entidad bancaria tiene para la zona, en el que propone el derribo de varios edificios, incluido éste.

El alcalde encargó un informe completo sobre la seguridad en la ballenera tras lo ocurrido el lunes, informe que también se extiende a la zona del hotel, donde viven okupas. Tanto el concejal de Urbanismo Mariano Abalo como el alcalde Xosé Manuel Pazos manifestaron que la situación de okupa no le interesaba al Concello, pero sí la seguridad de las personas que por una u otra razón vivían en los inmuebles de Massó. El Concello quiere conocer con exactitud el número de personas que habitan estos inmuebles, la seguridad que hay en los mismos y el riesgo que corren.

El requerimiento a Abanca para que repare la valla de la ballenera ya se realizó, ahora el gobierno esperará a que el informe esté completo para actuar. Cuando gobernaba el Partido Popular, Abanca que acababa de hacerse con las cajas gallegas, solicitó al Concello la expulsión de los okupas. En ese momento ,el Concello contestó que los inmuebles no eran de su propiedad.

Abanca proponía, en su informe técnico de medidas de seguridad urgentes, una primera fase de actuación en la que se realizaría la demolición de la losa de hormigón de la ballenera y para una segunda fase sugería la tramitación de un expediente de ruina para su posterior derribo. La ballenera tiene 5.300 metros cuadrados y, según el informe de Abanca, carece de interés, aunque menciona que el Plan de Ordenación del Litoral (POL) plantea mantenerla. En principio, las medidas urgente a adoptar eran las de cerramiento y , retirada de elementos de fachada y protección del recinto. De momento, la actuación se centró en esto último, pero los resultados no son los que se esperaban, porque ha personas que hacen caso omiso del cierre, lo rompen o suben por él hasta adentrarse en el recinto peligroso de la ballenera. Según manifestaron varios vecinos del lugar, hay gente que acostumbra a utilizar esta edificación para resguardarse por las noches.