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La situación del sector pesquero en la comarca

El empuje de Cangas sustenta la facturación de las lonjas al compensar la caída en Bueu

Las cofradías de O Morrazo facturan 7,7 millones en 2015, lo mismo que el año anterior -Los ingresos del pósito cangués suben en 488.000 euros, mientras que en el buenense caen en 417.000 por la falta de pulpo tras la veda

Marineros del cerco de Bueu trabajando en la noche del lunes.// S.Á.

Las lonjas de O Morrazo cerraron el año 2015 con una facturación global superior a los 7,7 millones de euros, una cifra casi idéntica a la del ejercicio anterior. El aumento en las ventas en los pósitos fue de apenas 11.300 euros y a esta situación casi "plana" se llega a través de dos tendencias diametralmente opuestas: un aumento en la facturación de la lonja de Cangas, con casi 490.00 euros más con respecto a 2014, y un pronunciado descenso en Bueu, cuyos ingresos cayeron casi 420.000 euros. Ese bajón se atribuye en gran medida al descenso en las capturas del pulpo después de la veda, aunque en las últimas semanas parece que la situación ha experimentado una notable mejoría.

Las lonjas canguesas son las únicas que han cerrado el recién acabado 2015 con un alza de ingresos. En el caso de Aldán-O Hío la facturación fue de 503.133 euros frente a los 455.000 de 2014 y Cangas pasó de 2.748.436 euros a más de 3.162.486 euros, según los datos de la plataforma Pesca de Galicia. En Moaña y Bueu la situación es inversa. Así, el pósito moañés pasó de 1.322.200 euros en 2014 a 1.210.632 en 2015, lo que significa una caída de 111.000 euros. Más acusada fue ese desplome en Bueu, que de los 3.162.486 euros de 2014 pasó a 2.748.436 el año pasado.

El patrón mayor buenense, José Manuel Rosas, no oculta que el pasado año no fue bueno y lo atribuye a tres causas: el descenso en las capturas del pulpo, los problemas del cerco y un nuevo bajón en el percebe. "Las estadísticas del pulpo están ahí. Los primeros meses después de la veda [que acabó a principios del mes de julio] no fueron buenos, aunque ahora las perspectivas son buenas", explica. Esas estadísticas a las que se refiere revelan que en el segundo semestre de 2015 las capturas de cefalópodo fueron de apenas 86.000 kilos frente a los casi 160.000 del mismo periodo de 2014. O traducido a euros: cerca de 900.000 euros en la segunda mitad de 2014 frente a casi 570.000 euros entre julio y diciembre de 2015. "Pero desde finales de año tenemos esperanzas positivas. El recurso está en un estado como el que no se recordaba, con mucha población, tanto cría como ejemplares de talla comercial", apunta Rosas.

Esos augurios optimistas no se extienden al percebe, que desde hace años sufre un problema de fijación a las rocas. El ejercicio 2015 se cerró con casi 80.000 euros menos de facturación: 320.000 euros frente a los 408.700 de 2014. "Hasta que me demuestren lo contrario yo creo que es un problema de contaminación. Luego está la desaparición de la flora, como los bosques de algas. Lo que detecto es que en esta ría están desapareciendo y eso provoca que las especies estén más expuestas a los depredadores", argumenta José Manuel Rosas.

En el lado positivo está el ligero aumento de la navaja, que de los 217.800 euros de 2014 subió a los 235.000 de 2015 y, sobre todo, el erizo. Las capturas y ventas de este equinodermo se dispararon desde los 31.700 kilos y 118.700 euros de 2014 a los 53.400 kilos y casi 251.000 euros de 2015.

En el otro lado de la balanza está la cofradía canguesa, cuyo 2015 fue en líneas generales un buen año. Los datos de Pesca de Galicia confirman un aumento en la facturación de casi 490.000 euros, pasando de 2.814.680 euros a más de 3.303.600. "A grosso modo se puede decir que hubo un repunte en el precio de determinadas especies con respecto al año anterior, como el caso de la navaja", explican desde el pósito. El aumento en la facturación de este marisco es realmente significativo, con unos ingresos de 556.200 euros en 2014 frente a los 826.700 de 2015. "También influye que hubo menos días de cierre por culpa de las toxinas o que en navidad se pudo trabajar mejor", apuntan. Las toxinas, por ejemplo, no permitieron extraer volandeira en 2014, mientras que en 2015 se pudieron recoger más de 8.600 kilos, que significaron más de 34.000 euros. "Es difícil hablar de perspectivas para este año. Influyen demasiadas cosas que no se pueden controlar, como el mal tiempo, las toxinas, el comportamiento del mercado... Como se suele decir, si no es mejor, al menos que no sea peor", concluyen desde Cangas.

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