La cadena de borrascas, aunque la de ayer ya fue de menor intensidad, sigue dejando su rastro en la comarca en donde a primera hora de la mañana los servicios de emergencias de Cangas eran avisados de la caída de un árbol centenario en el atrio de la iglesia de Darbo. La caída del árbol provocó daños en el tendido eléctrico dentro del recinto de las fiestas. Los miembros de Protección Civil de Cangas acudieron al lugar a ayudar a los operarios de Obras del Concello a cortar el centenario de árbol, del que calculan que medía, incluidas ramas. unos veinte metros.

Los fuertes vientos dieron paso ayer a una jornada más fría, marcada también por trombas de agua, en muchas ocasiones acompañadas de granizo. Cerca de las 13.00 horas cayó en Cangas una fuerte "granizada" que dejó blancas las aceras del casco urbano. Por la tarde también se repitió la lluvia con granizo.

Mientras tanto, en varias partes del municipio de Cangas, como también en Bueu, seguían los problemas por falta de alumbrado público. En la parroquia de O Hío se quedaron sin este servicio, desde el cruce de O Viso a la zona alta; también en Vilariño y en otras zonas de Aldán.

En Bueu, que hasta ayer aguantó bien las lluvias sin inundaciones, se localizó un problema en el río de A Pica, en Loureiro. El concejal de Obras, Fidel Castro, asegura que el desbordamiento se debió a una piedra que los vecinos suelen utilizar para el regadío en verano y que desvió el caudal impidiendo que el agua llegara hacia el lavadero del mismo nombre y desbordara hacia la carretera. El edil también asegura que el problema quedó solucionado con prontitud, mientras que se siguió controlando también el cauce del río Bispo para evitar inundaciones a su paso por el casco urbano, en su camino hacia la desembocadura en Banda do Río. A lo largo de estos últimos días, desde el Concello se estuvo limpiando el cauce y retirando ramas y restos de botellas que podían taponar la rejilla antes de Pazos Fontenla.