El nuevo frente que atravesó ayer Galicia dejó también su impronta en la jornada de ayer. De nuevo hubo inundaciones. Aunque el río Bouzós estuvo controlado, eso no impidió que la incesante lluvia provocara inundaciones en la calle Carlos Casares y caída de árboles en la paseo de Massó. Pero el temporal, aunque en apariencia más fuerte que el del domingo, no obligó a suspender el transporte de ría en día laborable, como el que era ayer. Para eso se precisan otras condiciones. También hubo accidentes de circulación, concretamente una salida de vía en la carretera O Viso-Aldán, aunque no se registraron heridos. La lluvia no paró y el grupo de emergencias de Cangas tampoco. En Moaña, ayer se descubrió que el pabellón de Domaio estaba inundado debido a las fuertes lluvias del domingo.

Lo más llamativo fue la inundación de la calle Carlos Casares, un problema que viene de viejo y que volvió a reaparecer. Hay una canalización que sale desde una finca privada que siempre se inunda y atasca la tubería o la rompe.

En Liméns, también hubo a atascos e inundaciones en la carretera principal y fue alertada la brigada de la Diputación Provincial de Pontevedra.