El Club Atletismo Morrazo y la Fundación Cangas Deporte proponen despedir el año con ejercicio para el cuerpo y el espíritu a través de una carrera solidaria que persigue ganar una batalla a la pobreza y la marginación. Será el día 31, San Silvestre, y la edad ni la forma física son excusas para quedarse en casa porque los organizadores ofrecen dos opciones, "andar e correr", para disfrutar por el casco urbano del municipio y su entorno. Cada dorsal se conseguirá a cambio de un alimento o producto que se entregará al Comedor Social para paliar las necesidades de sus usuarios, que no son pocas, y servirá también para que cada participante regrese a casa con la satisfacción de haber podido ayudar.

La carrera de San Silvestre, que alcanza su cuarta edición, saldrá en torno a las cinco y cuarto de la tarde desde la plaza de abastos y continuará por las avenidas de Bueu, Vigo y Lugo para bajar por Reboredo y la travesía de Atranco hasta el centro urbano, completando 3,7 kilómetros. Algo antes partirá la andaina por el paseo de Rodeira, con un recorrido de 3,5, y ambas confluirán para disfrutar de una chocolatada con roscón, churros y sorteo de regalos, como recordaron ayer los presidentes del club, Alberto Gayo, y de la Fundación, Xoán Chillón, que animan a colaborar y marcan el reto de alcanzar los 2.000 participantes, casi el doble que en la edición anterior. Productos de Navidad, aceite, azúcar, cacao, galletas o juguetes son los productos más necesarios.