Willy Rivas tomó la palabra antes de que acabase el funeral. "Quisiera agradecer todas las muestras de cariño, muestras que traspasaron Moaña. Dani siempre llevó con orgullo el nombre de Moaña por el mundo de las carreras. Hoy aquí estamos ante el nacimiento de una leyenda. Dani se fue llevándose un trocito de mí y yo ahora tendré que vivir con el que me queda", dijo visiblemente emocionado.

Más emocionado aún se mostró al referirse a la madre del piloto. "Para tener el mejor hijo hace falta una madre. Y la madre de Dani es la mejor madre del mundo", concluyó entre lágrimas su intervención y luego acudió a fundirse en un abrazo con Rosi Fernández, la desconsolada madre del piloto de Moaña.