"Esto es una carrera de resistencia y ahora doy el último relevo". De este modo tan gráfico ha anunciado José Luis "Willy" Rivas la llegada de los restos mortales de su hijo Dani mañana a Moaña. El cuerpo del piloto fallecido hace diez días en el circuito estadounidense de Laguna Seca será llevado al pabellón de Reibón, donde se instala una capilla ardiente que estará abierta al público a partir de las dos de la tarde.

"Primero queremos tener un momento de intimidad familiar y luego, como personaje público que era, ofrecerlo a la gente", explicó José Luis Rivas, que estuvo acompañado en su comparecencia por la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos; el edil de Deportes, Abel Pérez y por Jorge Santomé, Ezequiel Fernández y Javier Carro en representación de los otros grupos políticos de la corporación.

Rivas tuvo palabras de agradecimiento a los medios "y a mi pueblo, a ese pueblo que Dani llevaba por el mundo". Pero también al Gobierno Gallego, al Gobierno del Estado, a las instituciones, Dorna y la Federación de Motociclismo, "porque sin ellos sería imposible haberlo traído en este plazo de tiempo".

La misa de cuerpo presente del sábado será en el pabellón de Reibón a las 17 horas y a continuación se trasladarán los restos mortales al cementerio municipal, en donde se le dará sepultura y se le brindará un último homenaje. El padre del deportista, visiblemente emocionado, se despidió diciendo que "ahora tendré que acostumbrarme a ver cómo crece una leyenda que se llama Dani Rivas".