Los nadadores y los organizadores de la VI Travesía a Nado pola Rexeneración de Pescadoira se las prometían muy felices ayer en el autobús de camino a Udra. La ría aparecía como un plato y con las condiciones ideales para afrontar esta prueba, que en julio no se pudo celebrar por el mal tiempo. Por eso apenas daban crédito a las informaciones que les adelantaban los voluntarios que iban a acompañarles en kayak en su travesía: en el entorno de Udra el mar presentaba un aspecto enfurecido y de auténtico temporal. "Vimos a situación decidimos que os dous grupos que ían saír dende Ancoradouro para cubrir unha distancia de 7,5 quilómetros o fixeran dende Mourisca", explicaba desde el Club Corredoiras Tito Otero. De otra manera era imposible garantizar la seguridad de todos los participantes porque las olas, "de entre dous e tres metros", impedían su seguimiento.

Los inscritos para esta sexta edición se acercaban a los 200 nadadores, pero finalmente los que decidieron mojarse fueron 160. Al anularse la salida desde Ancoradouro sólo era posible hacerlo desde Mourisca y desde el puerto de Beluso. La gran mayoría lo hicieron desde el primer punto, lo que significaba un recorrido de 4,5 kilómetros. El primer grupo salió a las 10.45 horas y el resto lo fue haciendo con intermedios de 5 minutos, mientras que la salida desde Beluso fue a las 12.15 horas.

La travesía por el interior de la ría transcurrió sin ningún problema y el mar "estaba como un plato", según explican desde la organización y que agradeció la colaboración de todos los voluntarios y del Club Kayak Nordés. Entre los inscritos para la prueba estaban los gemelos coruñeses Marcos y Rubén del Río, que ya habían ganado algunas de las ediciones anteriores y partían entre los favoritos. Pero al final no tomaron parte y el triunfo fue para Diego Sotelo Fernández, que ya se había impuesto en la edición de 2013. El nadador del Universidade de Santiago completó los 4,5 kilómetros en un tiempo de 1 hora y 2 minutos. El triunfo en la categoría femenina fue para Ana Pérez García-Picher, vecina de Vigo pero natural de Bueu, con un tiempo de 1:04,54. Esa marca le permitió ser la segunda en la clasificación general porque aventajó en más de un minuto al segundo de la categoría masculina, que fue Alberto Martínez. La organización también premió a la nadadora más joven, que fue Natalia Castro y que a sus 12 años completó los 4,5 kilómetros.

La llegada estaba situada en la playa de Pescadoira, donde había numeroso público esperando a los nadadores. Esta travesía tiene carácter reivindicativo puesto que su objetivo es celebrar y seguir reclamando la regeneración de la playa urbana de Pescadoira, que se vio seriamente afectada por las obras de ampliación del dique de abrigo del puerto de Bueu hace más de una década.