El pleno municipal de Cangas programado para ayer se presumía largo, pero el debate político entre los distintos grupos no llegó ni al primer punto. Y es que antes de empezar el portavoz de ACE, Xosé Manuel Pazos, pidió al alcalde, José Enrique Sotelo, que aprovechase la presencia de los colectivos de vecinos de O Hío "e que explique as xestións que fixo e as medidas que vai adoptar para que o centro de saúde sexa unha realidade, despois de que o PP no Parlamento rexeitase engadilo nos Orzamentos". La situación desencadenó un cruce de acusaciones entre Pazos, el alcalde y la portavoz del BNG, Mercedes Giráldez, así como entre el regidor y dos de los vecinos presentes.

La oposición decidió levantarse del pleno y abandonar sus asientos, acusando al alcalde de faltar a los vecinos que tomaron la palabra y a la propia corporación, al asegurar que se reuniría con los colectivos siempre que lo solicitasen y los citaría en cuanto tuviese novedades sobre esta infraestructura, pero no con la presencia de concejales del resto de partidos. Tras esta decisión de los grupos de izquierdas el equipo de gobierno continuó con la sesión plenaria y aprobó todos los asuntos del orden del día.

El centro de salud para O Hío y Aldán que se demanda en los terrenos de O Viso que adquirió el Concello y puso a disposición del Sergas venía siendo el centro del debate político cangués en las últimas semanas. La cosa se intensificó cuando la oposición solicitó un pleno extraordinario para respaldar la demanda vecinal y exigir a los diputados del PP en el Parlamento gallego que incluyesen una partida en los presupuestos de 2014 para esta infraestructura. El pleno nunca se llegó a celebrar. Ayer mismo el regidor insistió en que la oposición no lo solicitó con el número de firmas que requiere la ley. Pazos replicó que "nada lle impedía convocar o pleno se quixera facelo". Incluso exigió a la secretaria municipal un informe "para saber se teñen validez os dictames da comisión, que tampouco foron asinados correctamente".

El lunes unos 300 vecinos protestaron ante el Parlamento gallego aprovechando el debate de los presupuestos. El regidor acusó a la nacionalista Mercedes Giráldez de "enganar aos veciños e levalos a unha protesta mentindo, porque non se debatían as enmendas parciais sobre o centro de saúde", unas palabras que enfadaron a buena parte de los asistentes.

Preguntado por Pazos, Sotelo indicó que "de momento non teño a promesa de que vaian a construir a dotación" y el portavoz de ACE lamentó que "non lle dea expectativas á xente nin se comprometa a pelexar por el".

Uno de los momentos más tensos se produjo cuando los grupos de izquierdas abandonaban la sesión. El edil Nardo Faro acusó a Pazos de "demagogo" y profirió varios insultos, a lo que éste replicó tildándolo de "fascista".