La Consellería do Medio Rural e Mar ha sacado de una tacada dos de las resoluciones por las que estaba esperando el sector de la bajura. Si el martes dio a conocer el nuevo plan de explotación del pulpo ayer le tocó el turno al de la centolla. La resolución incluye algunos cambios importantes, como un periodo de veda más largo y la imposición de un tope de capturas. La otra novedad es que se retrasa el inicio de la campaña, que en lugar de arrancar a principios de noviembre lo hará a mediados de mes.

La decisión de fijar una veda más larga, del 15 de junio al 17 de noviembre, es en realidad una vuelta al plan anterior. El año pasado se permitió la extracción del recurso durante parte del verano, una iniciativa con la que se quería aprovechar el tirón de este recurso entre el turismo. No obstante, el presidente de la Federación Provincial de Cofradías, José Antonio Gómez, admite que la iniciativa "non deu bo resultado" y tuvo una repercusión negativa sobre la especie. Por eso el sector pidió la vuelta al sistema anterior, con una veda desde junio a noviembre.

Las opiniones estaban más divididas a la hora de fijar el día concreto de la apertura. Algunas cofradías defendían comenzar el 1 de noviembre, mientras que otras propugnaban que la apertura fuese lo más cerca posible de la navidad. Finalmente, la consellería decidió que la vuelta a la actividad fuese el 18 de noviembre. El nuevo plan establece también límites en las capturas de la especie, que serán de 35 kilos por embarcación y otros 35 kilos por tripulante a bordo. Estas medidas estarán vigentes hasta el inicio de la siguiente veda, cuando se abordará la readcción de otro plan "atendendo aos informes técnicos biolóxicos".