El fallecimiento del párroco, José Capelo, la pasada semana a los 80 años de edad y tras más de tres décadas en Domaio, como consecuencia, deja un gran vacío en la vicaría. Muchos fieles aseguran sentirse "desatendidos", ya que no cuentan con una persona de referencia a la que acudir para oficiar diferentes actos religiosos, como funerales, misas u otro tipo de celebraciones.Y es que, en la actualidad, el sacerdote Manuel Barros es el encargado de atender la parroquia, además de San Adrián de Cobres, Meira y San Martiño.

Manuel Barros destaca la labor de su anterior compañero e indica que se está realizando un sínodo para reestructurar las vicarías ante la ausencia de párrocos. Dicho proceso podría dilatarse en el tiempo y los vecinos quieren que la solución llegue en un tramo breve de tiempo. De hecho, varios residentes de Domaio han trasladado su inquietud a la asociación Monte Faro para que desde el colectivo se solicite una cita con la vicaría de Pontevedra para tratar de agilizar los trámites y buscar una solución a un problema "urxente". "Hai moita xente que quere saber qué va a pasar e a dónde deben dirixirse si queren organizar unha misa para calquer evento", indican. El próximo lunes, la directiva del colectivo se pondrá en contacto con el organismo eclesiástico para "concertar unha cita ou unha reunión urxente e determinar qué imos facer a partir de agora e si esta situación vaise prolongar durante un periodo longo de tempo", matizan.

"É necesario buscar unha solución porque agora mesmo somos totalmente dependentes do párroco de Meira e a nosa zona necesita un vicario como antes, xa que José Capelo vivía aquí e para calquer emerxencia ou misa tiñamos o servizo ao lado", explican.

Desde el colectivo apoyan las demandas de los fieles y trasladarán sus preocupaciones a la vicaría de Pontevedra con el objetivo de conseguir un sustituto para la zona de Domaio. "Hai moita xente fiel que acude a misa e quere contar cun párroco ao igual que antes", concretan.

Cementerio

Por su parte, varios miembros de la directiva de la asociación Monte Faro mantuvieron una reunión con el regidor, José Fervenza, para acometer una mejora en el entorno del cementerio municipal. Uno de los principales problemas que presenta el recinto se debe a la aparición de unos huecos en la zona de entrada que, además de empeorar la imagen, suponen un peligro para los usuarios. Según señalan desde la asociación, dichos huecos se deben a una "obra anterior, que se fixo fai uns meses porque se construiu unha fosa común e trasladáronse os restos dalgunhas sepulturas", explican. El alcalde manifiesta que "dende onte xa se traballa na zona para que o solo esté a nivel e non presente deficiencias".

El ejecutivo local se comprometió a realizar una actuación para nivelar el terreno e instalar varios jardines. "En Semana Santa moitos veciños visitan aos familiares falecidos e é unha mellora necesaria", explica el regidor. Además del acondicionamiento del suelo, también se plantea una mejora del alumbrado del recinto.