Las valoraciones realizadas por los portavoces de los distintos grupos políticos representados en la corporación municipal no sentaron demasiado bien el presidente del ente supramunicipal, el alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, que fue también muy crítico con el posicionamiento del alcalde de Bueu, Félix Juncal, que en reuniones previas no se había mostrado tan reacio a la solicitud del crédito del segundo plan de pagos a proveedores para hacer frente a la deuda de la mancomunidad, que es de 8,5 millones de euros.

José Enrique Sotelo considera que es un error poner en duda el crédito y demuestra también que existe un gran desconocimiento sobre el Real Decreto que regula el segundo plan de pagos a proveedores. Aclara que si la mancomunidad no recurre al préstamo, el Estado pagará la deuda de la mancomunidad, pero se lo descontará a los concellos de sus aportaciones anuales durante tres años. Sotelo entiende que es mejor pagar la deuda durante diez años que tener que quedarse sin el 50% de las aportaciones del Estado durante tres años. No solicitar el crédito es abocar la mancomunidad al precipicio. Más absurdo el parece el planteamiento del portavoz socialista de Cangas, Martín Piñeiro, que aboga por reducir la tasa al tiempo que se inclina a pedir el crédito. Considera que es totalmente contradictorio y apunta que la tasa no se puede bajar porque ahora mismo con la actual ya existe un desfase de 1,5 millones anuales. Los socialistas de Moaña y Bueu apuestan más por no acudir al crédito.

José Enrique Sotelo aún no fijó el día de la reunión de portavoces que tuvo que suspenderse el jueves al levantarse los representantes de la oposición de este encuentro por la negativa de José Enrique Sotelo a recibir antes a los afectados de las preferentes de Moaña.

Sotelo recordaba ayer los muchos dolores de cabeza que le están suponiendo las cuentas de la Mancomunidad y que si nadie está dispuesto a asumir responsabilidades él se desentenderá de todo. No hay que olvidar que el plan de Sotelo para reflotar la mancomunidad debe ser aprobado por la asamblea, donde el Partido Popular no tiene la mayoría.