Los 13.000 euros del comedor social de Cangas atrapados en participaciones preferentes fueron depositados hace varios años por la asociación de caridad Santiago Apóstol en una "cuenta de ahorro con total disponibilidad y que podríamos retirar cuando quisiéramos", asegura la ahora presidenta, Ángela Rodas, que ocupaba el puesto de tesorera cuando se produjo el ingreso. Las palabras del director de la sucursal tranquilizaron a la asociación, que reservaba ese dinero, procedente de donaciones familiares, para afrontar posibles emergencias sociales e invertirlos, a medio plazo, en comprar el local que ahora ocupa por un alquiler simbólico de un euro mensual durante diez años. "Cuando estalló el conflicto fuimos a preguntar, por si acaso, y descubrimos que también somos afectados", relata Rodas, que intentó solucionar el problema de forma discreta, sin que trascendiera públicamente, pero sus demandas verbales y por escrito no han sido atendidas por los directivos de Novagalicia Banco (NGB), ni de forma directa ni por la vía del arbitraje.

La sorpresa de estos afectados es mayor por el hecho de que el comedor social fue subvencionado por la entonces Caixanova con 20.000 euros (en dos ingresos de 10.000). Esa colaboración, cuando aún era una caja de ahorros y no un banco, hizo de muro de contención a reclamaciones más contundentes, pero las largas de la entidad y las escasas expectativas de recuperar el dinero extendieron el malestar. El alcalde, José Enrique Sotelo, se ha implicado "totalmente" en buscar soluciones, recalca Ángela Rodas, que le agradece el "incansable apoyo" que les brinda a través del Concello y ante la Diputación para concretar las ayudas. El regidor dice que "en ningún otros caso es más evidente que se trata de ahorros y no de inversiones", por lo que exige el reintegro inmediato de todo el dinero.