La mayoría de las fiestas tradicionales de la comarca se llenan de un sonido agrio y chillón. Todos sabemos, al oírlo, de donde proviene: de una gaita. Pero no todos pueden presumir de conocer el origen del instrumento más representativo de la comunidad autónoma.

En O Hío, un joven artesano llamado Cristóbal Prieto, sabe perfectamente de lo que se habla cuando se menciona una gaita. Con sus propias manos, en su taller Obradoiro de Instrumentos de vento, Gaitas e Frautas, construye este folclórico instrumento de viento a la perfección. Este cangués comenzó en el mundo de la música folclore a los 13 años por una inquietante incertidumbre sobre tan peculiar instrumento, de la mano de Xulio Rodríguez "O Merlo", quien lo introdujo en la Banda de Gaitas do Colexio Público do Hío. Ya desde entonces mostró un alto predominio de la gaita. Paralelamente inició sus estudios musicales en el conservatorio de Cangas con profesores como Antonio Budiño, Alberto Avilés y Susana Moreira. Desde entonces "a gaita é o meu meundo", confiesa alegremente Cristóbal, "só me quedaba aprender a construíla".

Pero, crear una gaita no es tan fácil como puede parecer. Como muestra en su taller, es una labor que requiere mucho tacto, mucho tiempo y sobre todo, ganas. "Pásome no taller moitas horas ao día", declara el joven. Su día comienza ya en el taller redondeando la madera que será la futura gaita. Parte de un boj, que debe estar seco y cortado en la época que le corresponde. De ahí, el joven Prieto comienza a sacar unos tacos, que, a continuación, se cilindran en el torno. Las cuchillas son las responsables de ir formando las cuñas. El siguiente paso trata de, en otro torno todavía más grande, agujerear la madera con los diferentes diámetros que se vayan a necesitar. "Unha das partes máis importantes dun instrumento de vento é o interior, por onde vai correr o aire.Según o diámetro sexa máis pequeno ou más grave, cambia o timbre e a afinación", explica el artesano. Así nace "unha frauta ou un punteiro, unha boquilla ou un soplete".

Una vez agujereado, el siguiente paso sería anillar las piezas. Esto no sólo las refueza, sino que también evita que se agrieten. Anteriormente, estas anillas eran de huesos y cuernos de vacas. Actualmente son sintéticas "e tamén ata máis estéticas." Después, otro de los tacos preparados, pasará a ser un puntero. Para ello, es necesario tornearlo con unas medidas. Toda una labor artesanalo de tacto. "Ainda que a verdadeira arte está dende logo no retoque", bromea Cristóbal. Es en estos últimos pasos donde el instrumento recibe el toque más personalizado. Sin duda, es más que necesario conocer el instrumento. "Hai que saber o que pide a xente. Hai que saber de música."

Una vez que la pieza pasó por todo lo anterior, y que fue ligada y pulida, toca retamatrla. Su acabado también se realiza en el torno. El natural, que no llevaría nada, el encerado y el barnizado son los diferentes toques finales que puede llevar esta gaita. Y así nacen las boquillas, las copas "do ronco" y cualquier pieza que forme este instrumento tan folclórcio. El paso final es la unión de todas ellas con "fol". Toca firmar y vender, también a nivel internacional.

Cristóbale tiene confeccionado gaitas aragonesas, catalanas, escocesas e investiga sobre la gaita irlandesa, pero la gellega es sin duda la que lleva en el corazón. "É a miña pequena aportación ao folclore galego". No cabe duda de que Prieto es un instrumento de viento de lo más tradicional.