"No sería ninguna novedad, porque la ley ya establece las 37,5 horas; otra cosa es que se aplique", matiza la secretaria del Concello, Berta Alonso, y explica que los convenios municipales estarán sujetos a esa norma superior. En la práctica, añade, "ya se dedican esas horas" en algunos departamentos, donde la carga de trabajo es elevada para el tiempo de oficina fijado. Esa opinión la corrobora Luis Martínez, trabajador de la asesoría jurídica municipal, donde se acumulan, entre otros, expedientes de reclamación de deudas y sentencias judiciales que obligan al Concello a pagarlas. "Es frecuente llevarse trabajo para casa o venir por las tardes para poder aliviar los asuntos pendientes y darle salida a todo lo que llega". Valora "positivamente" el horario oficial y aboga por negociar con la plantilla cualquier cambio que se proponga, para que se aplique "por consenso".

La plantilla de personal del Concello de Cangas suma 281 personas, de las que 56 son funcionarios de carrera, 223 corresponden a personal laboral y dos son eventuales, según los datos que se utilizan en la elaboración del plan de saneamiento económico financiero aprobado recientemente por el Pleno. En ese documento, el Gobierno local aboga por cumplir los pactos con los representantes sindicales y no alterarlos unilateralmente, pero matiza la obligación de "responder a la actual crisis económica" con una serie de "medidas de control, organización, racionalización y reducción de los gastos en el ámbito de los recursos humanos que permita alcanzar un equilibrio de los gastos con los ingresos previstos".

Convenio en vigor

El convenio vigente fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el 11 de febrero de 1992 como "Acordo regulador das condicións de traballo do persoal ao servicio do Concello de Cangas". Fija "un máximo de 1.665 horas" al año, que no se cumplen en la práctica porque la jornada es seis horas diarias, de lunes a viernes– de las que 25 minutos al día se reservan para descanso–, y la apertura al público del Registro municipal los sábados, cuatro horas por la mañana, que atiende un trabajador en régimen rotatorio. No hay máquinas de fichar. "Nosotros cumplimos el horario, aunque es verdad que la carga de trabajo en algunos departamentos es menor ahora que antes, por la crisis", sostiene el presidente de la junta de personal, José Carlos Vilariño, que alude a que también los sueldos son inferiores a los de otros concellos. Cualquier intento de variar las condiciones laborales y de ampliar la jornada "habría que renegociarlo" con los implicados y no hacerlo de forma unilateral, reclama.

Reparto equitativo

"Creo que no es muy normal trabajar 30 horas a la semana, y menos aún en estos tiempos que corren, con la crisis acechando", opina la concejala de Persoal, Lucía Lede, que "no ve mal" que se unifiquen los horarios en la Administración, como anuncia el Gobierno central, "para que no haya discriminaciones y el reparto sea equitativo", y apoya "que se aplique la ley, llegado el caso". El alcalde, José Enrique Sotelo, tiene claro que "la ley está para cumplirla, y lo haremos llegado el momento", pero adelanta que se habrá "diálogo con los trabajadores". Pero hay prioridades: "Ahora estamos enfrascados en asuntos de más calado, como es el plan de ajuste económico".