Las sedes de Cáritas son sin duda uno de los lugares en los que resulta más sencillo poner rostro a la crisis económica. La asociación diocesana se ha convertido en una tabla salvavidas para muchas familias que atraviesan graves problemas, que cada vez son más por culpa de la actual coyuntura económica. Uno de los más importantes es el de la vivienda y en este sentido destaca la innovadora propuesta que ha puesto encima de la mesa Cáritas Bueu: quiere comprar dos casas prefabricadas en madera y utilizarlas como hogar de acogida temporal para los casos más acuciantes.

La iniciativa es plenamente viable y la adquisición de las viviendas correría a cargo del Consello Diocesano, que depende del Arzobispado de Santiago. Lo único que falta son unos terrenos en los que ubicarlas y por ello Cáritas solicitó la colaboración del Concello de Bueu para que le ceda gratuitamente algún espacio. La disposición municipal es favorable, aunque por el momento se sigue estudiando la petición. Las viviendas estarían prefabricadas en madera y tendrían una superficie de unos 36 metros cuadrados, con dos dormitorios. Debido a sus características no se consideran siquiera inmuebles y no necesitan tantos permisos para su instalación.

Los responsables de Cáritas están convencidos del gran beneficio social que puede tener este proyecto. "La intención es acoger temporalmente a familias en situación de desahucio, a jóvenes que son expulsados de casa por sus padres, a inmigrantes que vienen a sacar el título en la escuela náutica de Bueu…", ejemplifica su administrador, Álvaro Davila. La estancia tendría siempre un carácter provisional, de entre dos y tres meses, y uno de los objetivos que se persigue es mantener la unidad familiar. "Queremos que las familias que se vean obligadas a salir de sus casas sigan viviendo en conjunto y que mantengan un hogar", insisten. Para que esta importante iniciativa salga adelante es esencial la colaboración del Concello de Bueu, que según Cáritas ha mostrado buena disposición, y de la concienciación del resto de la sociedad.

El Consello Diocesano ya dio su visto bueno a la iniciativa en su última reunión y los responsables de la organización buenense aseguran que no tienen constancia de otra actuación de estas características en Galicia, aunque sí que es habitual que dispongan de pisos de alquiler que usan como lugares de acogida. "Pero de esta manera nos ahorraremos entre 5.000 y 6.000 euros al año en este concepto", calcula Davila.

Durante los últimos dos años en Cáritas Bueu han notado un importante incremento en el número de personas que acuden a su puerta a solicitar ayuda para poder salir adelante. "Cada mes vienen una media de dos o tres familias nuevas y en este momento ya estamos atendiendo a unas 80 de todo el municipio, lo que significa unas 240 personas", cuentan. "Y cuando dentro de un mes se acabe la ayuda de los 420 euros la avalancha será aún mayor", advierte Álvaro Davila.

La situación ha cambiado mucho en los últimos tiempos. "Seguimos atendiendo lo que antes era prioritario, como facilitar comida o ropa. Pero hoy en día es cada vez más habitual que vengan personas que tienen un cierto patrimonio, como una casa o un piso, pero que se han quedado sin recursos para poder mantenerlo y salir adelante", explican. Por ello, una buena parte de su labor de ayuda hoy en día incluye el pago de recibos como la luz, el agua o incluso las hipotecas. Y en los casos más graves, en los que los afectados pierden su vivienda o se tienen que ir de ella, la organización diocesana les ayuda a buscar un nuevo piso e incluso presta su aval para garantizar a los propietarios que cobrarán.

Cáritas es una de las asociaciones a la que recurren con mayor frecuencia las personas y familias que se ven en una situación o momento desesperado. "Nosotros podemos ofrecerle una ayuda más inmediata y ágil", explica Álvaro Davila. Los cambios experimentados en los últimos años en su opinión también deberían implicar un cambio en la mentalidad a la hora de ayudar a quien escasos recursos. "Hay que ir más allá, es necesario modificar el concepto de la limosna por el de compartir, conocer la situación de quien está sufriendo esta problemática y tratar de ofrecer una orientación", defiende.

En el caso de Bueu el colectivo cuenta con un presupuesto anual que ronda los 24.000 euros, un dinero que procede de donativos, aportaciones de particulares, empresas y entidades así como convenios de colaboración con Administraciones y entidades. Entre estos últimos destaca un acuerdo con la obra social de Caixa Galicia (ahora NovacaixaGalicia tras la fusión), que permite conceder una ayuda de entre 200 y 300 euros después de un estudio de la problemática de cada uno de los interesados en recibir esta percepción.

"Operación Kilo"

Por otro lado, se mantienen iniciativas ya clásicas durante estas fechas, como es el caso de la tradicional Operación Kilo. Así, voluntarios de Cáritas Bueu estarán el viernes y el jueves en las puertas de los supermercados de Bueu para recoger alimentos que los clientes quieran donar. Normalmente se piden productos no perecederos, aunque en esta ocasión se solicita que las aportaciones no se centren tanto en las pastas y arroces. "Recibimos una donación importante del Banco de Alimentos, así que esta vez solicitamos otro tipo de productos", señalan.