El grupo de Danza Soavela celebró ayer la octava edición de su danza en honor a la Virgen del Rosario, que tuvo lugar en el atrio de la iglesia de Darbo, al finalizar la procesión. El baile lo interpretan cuatro hombres, que se sitúan en las esquinas, y 14 mujeres, aunque este número puede variar cada año.

Cuando termina la coreografía una de las mujeres le hace una reverencia a la imagen de la virgen, que permanece siempre presente. Después se lleva dentro de la iglesia, donde tiene lugar la ofrenda floral.

Una vez que finalizó el ritual, los integrantes de Soavela interpretaron varias piezas tradicionales, para disfrute del público que se congregó a ver lo que ya se está convirtiendo en una tradición, pese a que el baile cuenta con menos de una década de historia.