Una de las características inconfundibles de la "verdad" es que se repite, aunque la cuenten diferentes voces. Es lo mismo que ocurre con Pepe "Chimé", "Era un hombre estupendo, agradable y divertidísimo" son las palabras en la que todos coinciden al describirlo, como si fuera un estribillo que vuelve a sonar una y otra vez. Porque en "Chimé" siempre estaba presente la música, una de sus mayores aficiones. Fue el vocalista de una orquesta en su juventud y, con el pasar de los años, cantó en varias corales. Formó parte de la polifónica de Lestonnac y de la Santiago Apóstol. "Tenía una voz grave y un registro precioso", explica una de sus antiguas compañeras. Su color vocal era de bajo aunque gustaba de orquestar a sus compañeros y darles la nota de afinación para empezar a cantar. Uno de sus temas preferidos era "Nabucodonosor" de la ópera de Verdi. "Era un caralleiro", asegura otra de sus compañeras. "Con él era imposible aburrirse", explica recordando las excursiones con la coral.

Entre las capacidades de "Chimé" todos destacan que era muy polifacético y, además, no entendió de mediocridad en nada de lo que se propuso. Jugó al fútbol, como defensa en el Alondras y fue un activista político comprometido con la izquierda, "de la escuela de Carrillo y republicano convencido", aseguran. Sin embargo, sus ideal no le impedían cumplir con sus compromisos "nunca rechazó cantar si teníamos que hacerlo en la iglesia", asegura una de sus "camaradas".

Su personalidad magnética y su capacidad para engatusar a cualquier interlocutor se extendía a cualquier generación. Uno de sus allegados más jóvenes afirma que "hay pocas personas en este mundo, tan auténticas y tan sencillas como Pepe" y destaca "su espíritu jovial". De aspecto alegre, con su inseparable bigote, Chimé amenizaba todas las fiestas sin caer en la frivolidad. "Era imposible enfadarte con él", explican sus amigos. Otros, recuerdan que, ante todo, era un "romántico" y "adoraba a su mujer, se cantaban uno al otro todo el día". Uno de sus allegados le ha compuesto La Habanera Comunista cuyos versos sirven para todo aquel que extrañe a Chimé. "Si no puedes encontrarme, ponle voz a esa tristeza". Y así volverá a aparecer, el cantante, el futbolista, el comunista y su sonrisa.