En medio de la polémica suscitada por la Asociación de Promotores y Empresarios de la Construcción de Cangas (Aproeco), la mesa de contratación aprobó ayer dos nuevas obras mediante procedimiento negociado. Se trata del acondicionamiento del parque de Aldán, por un importe de 67.000 euros y la de la Casa de la Música, por un importe de 130.000 euros. La primera obra fue adjudicada a la empresa Instala, y la segunda a Outón. Ninguna de las dos empresas son de la comarca, ambas tienen su ámbito en la provincia de Pontevedra.

El concejal de Obras y Servicios, Héctor Otero, desconocía ayer cuantos puestos de trabajo de gente inscrita en la oficina de empleo de Cangas generarían estas obras. Ambas están sujetas a las condiciones impuestas por el Plan E de Zapatero. Por otra parte, siguen coleando las críticas de Aproeco, que afirma que las empresas de la zona no fueron invitadas a los concursos negociados. Sí parece claro que una de las empresas ligadas a un militante socialista de Cangas, que hasta hace dos años fue miembro de la oposición en el Concello de Moaña, de momento, no cata obra alguna. Había gente interesada en que el edil de Obras cometiera el error para poder acusarle de amiguismo, pese a que es una empresa más que tiene todo el derecho del mundo a presentar sus ofertas.

Por otra parte, la concejala de Tráfico e Seguridade Vial do Concello de Cangas, María José Vilas, confirmó ayer que la Consellería de Política Territorial y Obras Públicas tiene en proceso de licitación la construcción de la rotonda de Galas, entre la Avenida de Lugo y la de A Coruña, obra que incluye la expropiación necesaria para llevarla a cabo y todo el proyecto de seguridad vial que conlleva. El concello había presupuestado la obra en alrededor de 250.000 euros, de los cuales la mitad estaba destinado a la expropiación de los terrenos. María José Vilas espera que el nuevo Gobierno de la Xunta de Galicia no tire por tierra esta importante construcción.