El pleno de ayer puede marcar un punto de inflexión en el tripartito de Cangas. En tres intensas horas de debate, BNG y ACE se quedaron solos en el rechazo de varias mociones que cuestionan la actuación municipal en asuntos como el cumplimiento de compromisos con los trabajadores, la petición de aumentar la plantilla de la Policía Local o el mal funcionamiento de la depuradora de Balea. El PSOE escenificó, esta vez con su voto, las diferencias con sus socios de gobierno y lo hizo en sintonía con el PP y con la edil no adscrita Begoña Pérez en los asuntos más relevantes. Esta coincidencia de criterios abre el debate sobre la posibilidad de gobernar desde la oposición, a golpe de moción, e incluso si sería factible una moción de censura, en caso de que este entendimiento se mantenga.

El PP abrió cancha con una moción pidiendo explicaciones por la pérdida de la escuela taller y el obradoiro de empleo, de las que responsabiliza a la alcaldesa, Clara Millán, y a su compañero del BNG Óliver Álvarez. Pérez Santaclara coincidió con los populares a la hora de votar este punto, al igual que en las críticas por el mal funcionamiento de la depuradora y la inactividad de la alcaldesa para hacerle frente, a las que se sumó el PSOE. La reciprocidad del PP llegó con la moción de urgencia de Santaclara apoyando a los trabajadores del Concello "na súa loita polo abono dos atrasos salariais" o la convocatoria de las plazas vacantes en la Policía, precisamente uno de los puntos en los que los socialistas se reconocen más desamparados por su socios de gobierno. Entre las propuestas de cierto consenso figuró la moción del PSOE por el "pésimo funcionamento" del servicio de recogida de basuras y la responsabilidad de la Mancomunidade por no licitar su adjudicación definitiva. Todos los grupos votaron a favor excepto el BNG, que se abstuvo.