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Los secretos de la fauna, al descubierto

El Distrito Forestal XVI desvela a escolares de Oca que el oso habitó la zona, donde aun hay "chotacabras" y peligra la lechuza por los pesticidas

Los escolares de Oca siguieron con gran atención la charla del agente Félix Pérez. // Bernabé / Cris M.V.

Los secretos de la fauna local quedaron a primera hora de la tarde de ayer al descubierto en el CEIP de Oca, en la última de las charlas que el agente forestal Félix Pérez del Distrito Forestal XVI Deza-Tabeirós se encargó de impartir en las últimas semanas en los colegios de O Foxo, Codeseda, Soutelo de Montes y Villar Paramá de Vea.

Orientada a despertar la curiosidad de los niños por las especies vegetales y animales que habitan la comarca, la ponencia de Pérez estuvo cuajada de características peculiares de flora y fauna así como de particularidades de la zona que suscitaron el interés infantil.

Así, por ejemplo, los niños de Oca supieron que, según la tradición oral, el oso habitó en la comarca de Tabeirós-Montes hasta hace apenas unas décadas. Los últimos testimonios que aluden a su existencia en los montes de O Candán, en Forcarei y Silleda, los sitúan en la zona hasta las décadas de los 50 y los 60 del siglo XX. También son vestigios de su presencia -pero ya secular-las albarizas construidas en O Candán para proteger la miel de estos grandes golosos.

Asimismo, Pérez desgranó ante los escolares de Oca detalles curiosos sobre flora y fauna local. Si de la vegetación aludió a que la Sobreira de Valboa es, con sus más de 500 años de vida, el alcornoque más antiguo de Galicia y que es de este tipo de árboles de donde se extrae el corcho, desde el punto de vista de la fauna explicó que la lechuza -otra de las aves que habitan en Tabeirós-Montes-está considerada el ave del año 2018 por el declive que los pesticidas de uso agrario están ocasionando en esta especie, a la que afectan a través de la cadena trófica (los topos y las ratas contaminados de los que se alimenta).

En cuanto al cuco, Pérez explicó que es un ave parásita de numerosas especies de pájaros. Ni hace nido para sus huevos ni los cuida. Los deposita en los de otras especies como el rabirrubio tizón para que se los cuiden e incuben.

Agregó que el águila real es un ave monógama que forma parejas para toda la vida. Y aludió a la existencia en la zona del famoso "chotacabras". Se trata de un ave crepuscular similar a un mirlo, pero algo más estilizada, que llega a Tabeirós-Montes cada verano, procedente de África Ecuatorial para criar en estas latitudes. Debe su nombre a la leyenda que lo envuelve. Es un ave insectívora y buscando alimento acostumbraba antaño a entrar en las cuadras, donde los lugareños creían que iba a chupar la leche de las cabras. Pocos saben cuál es pero sí identifican su canto, a menudo confundido con el del grillo. Su camuflaje pardo hace que se mimetice muy bien con el medio, tanto que en ocasiones perece atropellado cuando, buscando alimento, se mimetiza con las hojas secas que hay en la carretera para alimentarse de insectos y se confía.

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