El alcalde de Silleda, Manuel Cuíña, y el director gerente de la Fundación Semana Verde, Ricardo Durán, firmaron ayer el contrato de compraventa de la parcela en la que se instalará el centro de producción y abastecimiento energético de la futura red de calor con biomasa. La finca, de 6,973 metros cuadrados, pasará a ser de titularidad municipal y cuenta con una superficie suficiente para colocar otras dotaciones, al margen de esta central, que ocupa unos 1.000 metros. La adquisición de la finca se tasó en 114.327 euros.

De dicho acuerdo se dará cuenta en el pleno de este viernes (10.00 horas), en una sesión en la que el gobierno socialista también somete a aprobación de la corporación el pliego de cláusulas administrativas y la convocatoria de licitación de la instalación de la futura planta. El regidor, Manuel Cuíña, recuerda que la de Silleda es la primera iniciativa de estas características de promoción público-privada a escala gallega. "La red de calor es una de las inversiones clave para el futuro de Silleda, un proyecto del que estamos seguros que será muy beneficioso", añade el regidor.

La inversión en esta red de calor asciende a 816.587 euros, de los que el 80% procede de una ayuda del Inega, mientras que el resto se cubre con fondos municipales. Las obras comenzarán en el mes de junio. Desde esta finca -ubicada justo detrás de la Escola Municipal de Música- se suministrará calefacción y agua caliente sanitaria a varios edificios públicos como el polideportivo César Fares o el campo de fútbol de Outeiriño, así como la escuela infantil, la piscina, y la futura residencia de mayores. A la dotación se enganchará también el Hotel Via Argentum y, ya en una fase posterior, viviendas particulares.

La central usará astilla como fuente de calor. Con la licitación que se aborda en el pleno de este viernes, "comienza una nueva etapa sobre este proyecto, la inversión más grande en materia de nuevas energías que se ha llevado a cabo en el municipio y en la comarca", en palabras del regidor.

Al margen del uso de la biomasa que generan los montes, la puesta en marcha de la red de calor de Silleda supone también un recorte de las emisiones de CO2, ya que se dejarán de expulsar 343 toneladas anuales en la primera fase, y 380 en la segunda.