El trabajo elaborado por el Concello de Lalín para la protección del bosque de Casas Vellas ante la amenaza de una Línea de Alta Tensión (LAT), externalizado a una profesional, podría no tener más recorrido y obligar a la administración municipal a iniciar un procedimiento distinto. La negativa de la Consellería de Medio Ambiente a declarar este entorno como Espazo Natural de Interese Local (ENIL), en noviembre del año pasado, puede que se mantenga y el recurso de alzada presentado por el ayuntamiento no sirva para nada.
Fuentes de este departamento autonómico explican que estos recursos -hay al menos otro de una asociación- son de obligada atención por la Xunta porque así lo establece la legislación vigente, pero en ningún caso tienen recorrido para modificar un posicionamiento inicial. Es decir, la administración autonómica tumbó el ENIL por entender que el trabajo trasladado por el departamento municipal de Medio Ambiente por no acreditar razones de peso y esta decisión es firme. El recurso de alzada solamente, expone la consellería, solo puede ser un resorte a beneficio del Concello en caso de que hubiese algún error durante la tramitación administrativa del procedimiento o que las razones esgrimidas para echar abajo el ENIL no se ajustasen a derecho, entre otros detalles.
A día de hoy la consellería tiene pendiente de resolver el recurso de alzada presentado por el ayuntamiento, aprobado en pleno el 27 de diciembre del año pasado con el voto favorable del grupo de gobierno, del concejal no adscrito, Juan José Cruz, y la abstención del Partido Popular. La postura definitiva podría conocerse en próximas fechas y, aunque habrá que esperar por la misma, sería una sorpresa que se modificase el planteamiento inicial. Y es así porque Medio Ambiente, que tiene un plazo de tres meses para notificar, desde su presentación. La resolución del recurso a los interesados manifiesta que "los trámites para la declaración de ENIL están finalizados; no obstante, es necesario agotar la vía administrativa, que finaliza precisamente con la tramitación de los recursos de alzada presentados". Asimismo, añade que el expediente para la protección del bosque de Casas Vellas mediante esta figura administrativa fue resuelto desfavorablemente el 15 de noviembre de 2017 y luego notificado al Concello en su calidad de promotor de la solicitud. A la resolución también se le dio publicidad a través del Diario Oficial de Galicia (DOG), "por tanto las alegaciones se desestiman en el momento en el que la consellería resuelve desfavorablemente".
Otro razonamiento del departamento autonómico dirigido por Beatriz Mato que no conviene pasar por alto es su advertencia de que la posibilidad de proteger esta zona por otra vía, "no está contemplada actualmente, sin perjuicio de que el Concello de Lalín pueda volver a formular una nueva solicitud sobre citado perímetro o con relación a otro diferente".
Una vez que la Xunta tumbó el ENIL, colectivos ecologistas como Adega o Petón do Lobo propusieron a la Xunta garantizar la protección de Casas Vellas, incluyendo este espacio natural en uno de en torno a 180 hectáreas. En el trabajo realizado para Adega por el biólogo Martiño Nercellas, el geógrafo Antonio Presas y el farmacéutico Alberto Granja. Señala que en ese monumento natural ampliado -entraría la Fraga de Catasós- coexisten más de 470 especies de plantas, 74 de hongos, 45 de invertebrados, 4 de peces, 11 de anfibios, 10 de reptiles, 68 de aves y 2 de mamíferos. Y además fue clave la obligatoriedad de la Xunta de poner en práctica el plan de conservación de la también conocido como bosque de Quiroga, de su propiedad, aunque este procedimiento se demorase 15 años, pues la declaración de Monumento Natural se aprobó en el año 2000 y, según la Lei 9/2001, de Conservación da Natureza, este tipo de espacios deben tener aprobado, en un plazo máximo de dos años desde su catalogación, un plan de conservación.
