Las fuertes rachas de viento debidas a la borrasca Gisele dejaron ayer a su paso por A Estrada un herido, árboles caídos y cuantiosas pérdidas económicas para industria y comercio. El herido fue el varón estradense J.S.C. Viajaba a bordo de una Renault Kangoo gris -de matrícula 2073 BSX- sobre la que se desplomó al filo de las 11.05 horas un árbol radicado al borde del punto kilométrico 19,700 del vial PO-841(que comunica A Estrada y Santiago), cayendo precisamente sobre la zona del habitáculo reservada al conductor. Este, aunque sufrió un golpe en la cabeza, no precisó ser trasladado en ambulancia a un centro sanitario. Fue socorrido en un primer momento por efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, que viajaban detrás de él en el momento del siniestro y que ya se ocuparon de señalizar debidamente la incidencia, de alertar al 112 (para que movilizase a Emerxencias de A Estrada y a Mantemento de Estradas de la Xunta) y de desviar el tráfico de manera intermitente por el parking de Corral y Couto cuando fue posible. La rápida actuación de Emerxencias permitió restablecer el tráfico en torno a las 11.30 horas.

Era la segunda intervención de Emerxencias en una mañana que por la alerta naranja ya había reforzado con 2 efectivos más a los 3 del turno. A las 9.00 habían asegurado un poste de madera de Telefónica que amenazaba con caerse en Os Bolos, junto al gimnasio Shaolín, al borde de la nacional N-640. Tras la intervención en Toedo, Emerxencias encadenó varias actuaciones. En torno a las 12.00 retiró de Gondarei, en Santo André de Vea, un árbol cuya caída rompió el cable del alumbrado público y cortaba completamente un vial. Al filo de las 12.15 horas, se dirigieron a Santeles de Abaixo para retirar otro árbol que cortaba parcialmente el vial que comunica Santa Cristina de Vea con Santeles. Y a esa misma hora, cortaron otro árbol que obstruía completamente un vial municipal en Ribeira.

Pero más allá de estas incidencias y de balsas de agua como las que sufrió la carretera de Paradela en Aguións, la jornada también tuvo consecuencias nocivas para el tejido socioeconómico local. La borrasca motivó que la feria del miércoles apenas contase con media docena de puestos de carne, frutas y verduras, pan y artículos de madera además de las pulperías.

Y, por su parte, las industrias radicadas en Lagartóns se quedaron sin luz desde primeras horas de la mañana, con las consiguientes pérdidas económicas. La panadería A Fogaza tuvo que tirar de generador de gasóleo para mantener en funcionamiento cámaras de fermentación, por ejemplo. Mármoles Carvil también tiró de generadores para poder hacer pequeños trabajos. Y Herfica, que tenía que acabar trabajos para enviar hoy al extranjero no pudo hacerlo porque sus máquinas no funcionaban y prácticamente solo pudo embalar a mano. Gas Natural Fenosa indicó que el apagón se debió a la caída de un árbol sobre la línea eléctrica a las 7.30 horas y que afectó a 258 clientes, de lo que 137 recuperaron el servicio a los 277 minutos y 121 a los 319, esto es, 4 horas y media y 5 horas después, respectivamente.