La Asociación de Veciños de Vilatuxe celebró ayer una asamblea que supone el fin de un ciclo, pues su presidente desde la puesta en marcha del colectivo, Gerardo López, abandona el cargo. Junto a él, lo hacen también el vicepresidente, la secretaria y cinco vocales. Por tanto, hasta el jueves a las 20.00 horas los interesados en ocupar alguno de estos ocho puestos deben cubrir un documento y entregarlo en Casa Taboada o el restaurante La Robleda. El próximo domingo, a las 19.00 horas (media hora más tarde en segunda convocatoria) y en el auditorio se celebrará una nueva asamblea: si hay más de ocho candidatos, se celebrarán elecciones; si hay menos, entre el jueves y el domingo intentarán captarse más aspirantes; si se iguala la cifra, entre la nueva directiva se repartirán los puestos.

La asamblea sirvió para aprobar las cuentas del año pasado, que se cierran con un remanente de 7.000 euros, y el presupuesto del presente ejercicio, 12.000. Se llega a esta cantidad gracias a las cuotas de los 170 socios (a razón de 10 euros al año por familia), la venta de Lotería (que volverá a recuperarse este año) y ayudas de la administración. El ya expresidente ofreció un extenso informe de sus siete años de gestión, en los que se consiguieron logos como 32 puntos de información para colocar esquelas; mejora de la señal de televisión y telefonía; colocación de una balaustrada en el terreno frente a la iglesia; arreglos en el cementerio (que continuarán este año y que se dotó de una masa común, al igual que junto a los depósitos de agua. Pero quedan tareas pendientes y que desde el colectivo vecinal se demandan desde hace años, como la reordenación de la zona urbana para poder edificar; la incorporación de Vilatuxe en la señalización de la rotonda de Botos o en la salida de Silleda; el arreglo del parque infantil y la incorporación de aparatos de gimnasia para los vecinos mayores; la dotación de un sendero peatonal en la PO-203 hasta A Saborida y la mejora del acceso a Pozo do Boi desde la PO-534.