La Oficina Técnica da Seca decidió mudar ayer la situación de alerta en la cuenca del Ulla (que sí se mantenía en el último encuentro del 13 de enero), dado el crecimiento del caudal del río y de sus afluentes durante las últimas precipitaciones. Al igual que el Ulla, también pasan de situación de prealerta a alerta las cuencas del Tambre, Umia, Xallas y Castro, es decir, todos los que desembocan en la costa comprendida entre O Grove y Cee. Del mismo modo, también pasan a una situación de prealerta las cuencas de los ríos Mero y Mandeo, así como de los más pequeños que desembocan en las rías de A Coruña, Betanzos y costa de Arteixo.

En el encuentro de ayer, la Oficina Técnica da Seca también decidió mantener la situación de prealerta por sequía para toda la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa, es decir, para los 12 sistemas que ya se encontraban en prealerta desde enero. El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez Martínez, explicó que el pasado mes de enero fue un mes muy invernal y normal en lo que se refiere a lluvias registradas, lo que se traduce en cantidades de lluvia muy significativas.

A nivel general, los técnicos indicaron que los embalses han alcanzado cotas normales y estables para esta época del año, superando en 13 puntos el nivel que había en 2016, un ejercicio tremendamente seco. A día de ayer, se encontraban al 69,45% de su capacidad, un 0,52% superior a la ocupación de la semana pasada. Si analizamos los datos de la presa de Portodemouros, su recuperación va un poco más lenta: en la última medición (realizada este martes), contiene 155 Hectómetros cúbicos (Hm3), de modo que se encuentra al 52,19% de su capacidad total, 297 Hm3. Ha ganado 7 Hm3 en comparación con la semana pasada, pero queda aún lejos de los 198 Hm3 (el 66% de la capacidad) que tenía de media en la misma semana de los últimos 10 años.