Circular por la autopista que comunica Santiago de Compostela con la comarca dezana en los días lluviosos entraña un mayor riesgo del habitual por condiciones meteorológicas adversas debido al mal estado que presenta el carril derecho en ambas direcciones, cuyo firme no es capaz de evacuar el agua, lo que acaba provocando charcos. Mientras el carril izquierdo está en buen estado, el principal habilitado para la circulación acusa unas carencias que se pueden apreciar a simple vista, una vez que incluso el color del asfalto es diferente. Si el derecho, siempre en días lluviosos, está empapado de agua, el otro apenas se resiente y permite a los usuarios de la AP-53 circular con total normalidad sin riesgo a toparse con un charco o sufrir un peligroso acuaplanin.
Las lluvias de los últimos días han provocado que numerosos usuarios de la autopista hayan mostrado su malestar con una situación que, para algunos, se arrastra desde hace mucho tiempo; al menos un par de años. La particularidad de este contratiempo es que los charcos y la peligrosidad de la vía es común en el carril derecho de la circulación, tanto en dirección Santiago como si se toma la vía desde Compostela camino de la comarca dezana. Hay usuarios que ya hicieron constar sus quejas a la compañía Autopista Central de Galicia (Acega), concesionaria de la infraestructura desde su apertura al tráfico, en 2002, en el tramo comprendido entre la capital de Galicia y Silleda. Pese a que la siniestralidad de la AP-53 no es demasiado relevante, a tenor de los accidentes registrados, el estado del firme obliga a los conductores a extremar las precauciones en los días de lluvia, sobre todo en aquellas jornadas con más precipitaciones, que es cuando aparecen charcos en el carril derecho que condicionan el tránsito. Al tratarse de la parte de la vía en principio más utilizada -el carril izquierdo debe ser aprovechado para realizar adelantamientos o en circunstancias excepcionales- algunos usuarios atribuyen este problema a un posible mayor desgaste de la capa de rodadura de la parte derecha de la calzada, a la par que dicen, es notorio que cada uno de los carriles tiene un color claramente distinto y los acopios de agua o los charcos solamente aparecen en uno de los dos carriles.
Personal
El cuadro de personal de la AP-53 está formado, según el último informe del Ministerio de Fomento de 2015, por un total de 38 trabajadores. Acega cuenta, dentro de su plantel para esta vía, con 16 personas adscritas al servicio de mantenimiento, mientras que en durante 2013 los puestos alcanzaban la veintena. Es decir, atendiendo al Informe sobre el sector de autopistas de peaje en España, en solo dos años la concesionaria habría prescindido de cuatro trabajadores encargados del mantenimiento de la vía. No obstante, más que intervenciones puntuales, las carencias del firme ponen de manifiesto que quizá la intervención necesaria sea bastante ambiciosa y pase por una revisión de la capa de rodadura de una infraestructura con 16 años de vida.
