La junta de gobierno lalinense aprobará la próxima semana la propuesta de gasto para la elaboración y contratación del proyecto técnico definitivo para la rehabilitación de A Ponte dos Cabalos. El Concello invertirá 7.840,8 euros en la redacción del documento que permitirá que la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural dé luz verde definitiva a la ejecución de los trabajos, que impulsan de forman conjunta los ayuntamientos de Lalín y Agolada. La elaboración del proyecto técnico y de ejecución será contratada al arquitecto lalinense Luis Fernández Fernández e incluirá un estudio histórico y artístico de la zona y los elementos sobre los que se va a actuar.

"De esta manera se dará cumplimiento a todas las exigencias técnicas y administrativas para poder seguir adelante con la tramitación de esta importante obra", declara el concejal de Urbanismo, Nicolás González Casares. El anteproyecto y la memoria de las actuaciones ya tienen el visto bueno de Patrimonio, pero este departamento solicitó un proyecto técnico definitivo para la autorización de las obras.

Una vez aprobada en junta de gobierno la redacción del documento, Casares aguarda que esté listo cuanto antes para que la recuperación de la infraestructura medieval obtenga luz verde con la mayor prontitud. Por eso, ya solicitó a Patrimonio que sea tramitado con la máxima prioridad. Augas de Galicia, por su parte, ya concedió en junio la autorización para realizar las obras de la estructura sobre el río Arnego que une Lalín y Agolada en las parroquias de Parada y Gurgueiro. Las actuaciones también van a permitir introducir en el proyecto la conservación del camino tradicional de bajada al puente.

Lalín y Agolada mantienen un convenio para la recuperación de la infraestructura a través de un proyecto presupuestado en 100.000 euros. Una vez obtenido todos los permisos, solicitarán una colaboración económica al Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) para financiar, al menos, parte de la inversión.

A Ponte dos Cabalos es un viaducto de dos ojos datado en el año 970 y construído en piedra granítica. Su estado de conservación no es bueno, ya que la vegetación invade muchas zonas del puente y el parteaguas está desmoronado casi en su totalidad, lo que pone en riesgo la estructura. Las crecidas del río, que se producen cada invierno, hacen que exista un serio peligro de que caiga parte de la estructura. Y se aprecia la pérdida o desplazamiento de varias piezas de cimentación, así como grietas y fisuras.

El proyecto de rehabilitación prioriza las actuaciones más urgentes, como la reconstrucción del parteaguas, la recuperación de los espacios perdidos o desplazados, la reposición de piezas a su lugar original y el desbroce y limpieza profunda del puente y su entorno.