Si algo puede ir mal, irá mal. De la ley de Murphy sabe, y mucho, la variante de A Estrada. Cada vez que las partidas presupuestarias y los compromisos juegan a favor de un impulso a la circunvalación estradense, la infraestructura tiene tendencia a encontrar un atranco.
Nunca una infraestructura de menos de 10 kilómetros topó tantos obstáculos en su discurrir, sin contar tan siquiera con un metro de asfalto sobre el terreno. Y es que es esta una demanda de la que se ha hablado mucho en A Estrada pero de la que todavía no se ha colocado ni la primera piedra. Se remonta a la década de los 90 y se concibió para desviar el tráfico pesado y de largo recorrido de la N-640 del centro de la villa.
Tras un parón en sus inicios, el proyecto se desempolvó y se recuperó con más empuje pero no tardaría en empezar a acumular años de espera y dilatados trámites. Se escogió trazado y se levantaron las actas de los bienes y derechos afectados. Sin embargo, las partidas que le fueron brindado los Presupuestos Generales del Estado en sucesivas anualidades imposibilitaron muchos avances. En algunos casos su consignación no llegó a superar los 5.000 euros.
Se concibió como un vial de 8,5 kilómetros, que se iniciarían en Callobre y discurrirían por Lagartóns, Aguións, Matalobos y Alto da Cruz. En febrero de 2010 citaron a 360 propietarios por el levantamiento de actas. En 2015 la variante tuvo que empezar nuevamente el proceso de información pública de evaluación ambiental ya que el trámite realizado en 2009 superó su vigencia de cuatro años y debía, además, adaptarse a la nueva normativa surgida en esta materia. En base a las explicaciones ofrecidas desde el gobierno estradense, en el trámite que caducó el informe de Patrimonio no ponía objeción alguna. Sin embargo, en la primavera de 2016 trascendió que el departamento autonómico entendía que no se respetaron todas las alertas arqueológicas en Aguións. Fue preciso iniciar prospecciones para determinar hasta dónde llega el castro y valorar el impacto del trazado sobre el mismo. Lo que se descubrió entonces fue solo la punta del iceberg. Una segunda prospección realizada en diciembre permitió que emergiese la estructura defensiva del asentamiento castrense, restos encontrados en medio y medio del trazado.
