Es uno de los rostros más populares de "Granjero busca esposa", dating show más veterano de Cuatro que arrancó su sexta temporada el pasado miércoles 22 de noviembre en prime time con Carlos Lozano repitiendo como maestro de ceremonias. "Puedo decir que vendo el huevo más caro del mundo. Estoy en una fase de mi vida donde tengo las puertas abiertas al amor. En temas de mujeres falta una persona que realmente llegue a mi corazón", así se presentó David Sueiro a la audiencia el programa que está a punto de finalizar. Hace tan sólo cinco años que cumplió su sueño de tener una exitosa granja propia en Vila de Cruces y ahora cuida de ello las 24 horas del día. Sueiro explica a FARO DE VIGO su experiencia catódica.'
-¿Qué fue lo que le animó a participar en "Granjero busca esposa"?
-Yo empecé con el proyecto de la cría del gallo, tratando de que fuera un producto valorado, y en una feria gastronómica conocí a Martín Berasategui y le pedí su consejo. Le mandé unos gallos y a partir de ahí fue todo muy rápido. A él le gustó lo que me mandé, y yo veía que, además de ganadero, hoy en día tienes que ser empresario para poder comercializarlo. Después conocí a gente del mundillo, me llegó una propuesta de gente que se dedicaba al mundo de la televisión y que fueron los que me animaron porque pensaban que podría ser un concursante distinto a lo que había pasado por allí hasta ese momento. Me hablaron de que iba contar con una serie de impactos mediáticos que podrían favorecerme, pero también me advirtieron de los contras de estas cosas. Participar en el programa era una oportunidad que no quería dejar pasar. Me monté en ese carro y hasta hoy.
-¿Cree que este tipo de programas le hace algún favor al rural o, por el contrario, lo banaliza?
-Como todo en la vida, esto tiene sus dos caras. El tiempo dirá si ha sido bueno o malo. Yo suelo ver todo desde el punto de vista positivo, el programa es lo que es y, al final, sacan lo que a ellos les interesa. Para mí la experiencia me sirvió para aprender en su lado menos agradable, y en el lado bueno, pues para ponerlo en valor. Es evidente que me conoce ahora mucha más gente que antes de ir a televisión, y va a haber proyectos que saldrán adelante que a lo mejor si no fuera al programa, no tendría posibilidad de sacarlos adelante sin ese foco mediático de estos programas.
-¿Ese impacto televisivo es tan grande como está diciendo?
-Yo no puedo asegurar que mi proyecto dio un vuelco pasando por el programa, pero sí que la percepción que tengo es que la gente que vende los productos te dice que ahora son más conocidos. Nosotros no vendemos ni en Lalín ni en Vila de Cruces, nosotros vendemos en las ciudades más pobladas de España, donde la renta per cápita es un poco más alta de lo que puede ser aquí. Entonces, hay un cierto perfil de compradores que si no entras en canales nacionales es imposible que te conozcan. Hicimos muchas acciones tanto en ferias como en prensa especializada, pero como te decía antes esto era una oportunidad que se nos dio de otra manera, y lo que tratamos de hacer fue aprovecharlo en nuestro beneficio.
-¿Fue difícil compaginar su trabajo con las grabaciones de los distintos programas del concurso?
-En el mundo de los granjeros, el tema de los horarios y compaginar las cosas es como lo de las mujeres en las casas: Si vamos por convenio, ninguna ama de casa podría desenvolver su trabajo. Un granjero tiene un horario, y el único fin es poder tener el producto y la mejor cosecha. En el tema de poder conciliar la televisión con el trabajo fue más psicológico que lo físico.
-Sabiendo lo que sabe ahora del mundo de la televisión, ¿volvería a presentarse a un programa así?
-Sí y no. Sin adelantarme mucho, el programa me tenía preparada una sorpresa muy, muy grata, pero no lo volvería a hacer. Pero no lo haría por el programa en sí porque el programa lo hacen personas. Dentro de este mismo formato, aunque hay gente que puede pensar de una determinada manera y otra de otra. Lo que yo ofrecí era totalmente antagónico a lo que ellos querían de un personaje como el mío. En ese aspecto, sí que digo que no me valdría la pena volver a pasar por esto. Sin embargo, puedo decir que "Granjero busca esposa" a mí me trajo cosas buenas.
-¿Habrá un antes y un después en su vida después de todo esto?
-Como dice el refrán, lo importante es que hablen de ti. Al final, los que tenemos que vender nuestros productos y los que tenemos que apostar por ello, insisto en que hay que extraer el lado positivo de este tipo de oportunidades. En mi caso, puedo decir que aprovechando esta plataforma algunos de mis proyectos tendrán otro enfoque.
-¿Le importa que lo consideren un friki por ir al concurso?
-A mi me importa ser buena persona con mi gente, y a lo que me digan los demás les pongo una buena cara siempre, porque las críticas las acepto con cariño. En este momento de mi vida no me importa nada lo que me quieran llamar. Lo único que tengo que decir es que tengo en mente un proyecto que quiero sacarlo adelante. Siempre he tratado hacer las cosas lo mejor que sabía. Me equivoqué muchas veces, pero muchas de las cosas que me están funcionando surgieron de casualidades o errores. De todo se aprende, la verdad.
