El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, está abierto a mantener un encuentro con los taxistas, ya que estos profesionales desean tener una zona de estacionamiento común para todos. El regidor explica que la parada, digamos, "oficial", está junto al Café de Ramón, enfrente al consistorio. La zona de aparcamiento se encuentra debidamente señalizada, tanto con indicadores verticales como horizontales. Pero el espacio de que dispone par todos los vehículos de transporte es insuficiente. Ello se debe a que buena parte de los taxistas que trabajaban en las parroquias decidieron, durante los últimos años, pasar a prestar sus servicios en el casco urbano. Pero esta falta de zona de aparcamiento obliga a que varios profesionales del sector tengan que estacionar en otras zonas del casco urbano que están sin señalizar, como frente al bar Galicia.
"Estamos dispuestos a colocar la parada donde nos propongan los taxistas, y en una zona donde exista espacio suficiente" para que puedan estacionar todos los vehículos. Hay que señalar que, de forma habitual, ningún vehículo particular suele estacionar en la zona reservada para taxis que, por otra forma, suele tener más movimiento durante las mañanas, cuando los vecinos que viven en las parroquias tienen que trasladarse al casco urbano para realizar gestiones en el concello, en los bancos o acudir al centro de salud.
Según la normativa de la Xunta en cuanto a transporte de viajeros, la ratio recomendable de taxis es de un vehículo por cada mil habitantes. En Vila de Cruces se contabilizaban, a principios de año, 15 licencias, tres veces más de lo aconsejable, dado que Cruces cuenta con 5.416 vecinos, de modo que con cinco taxis se daría cubierto el servicio. Es más, Cruces tiene las mismas licencias de taxi que Silleda, a pesar de que cuenta con casi la mitad de población.
