Los propietarios de la vivienda en estado ruinoso situada en la calle Regueira de Forcarei, muy próxima a la casa consistorial, disponen de tres meses para presentar en el Concello un proyecto que dé solución al peligro que para la seguridad vial supone la situación actual del inmueble, del que el pasado invierno se desprendieron cristales y un canalón. La administración local acaba de comunicarles a los dueños dicho plazo. Es el tiempo que, según precisa la alcaldesa, Belén Cachafeiro, marca la ley para este tipo de casos.
El Concello abrió expediente hace unos meses y el pasado junio envió a los propietarios una orden de ejecución de demolición, en base a un informe técnico municipal que declara la vivienda como ruína y recomenda su derrido, dado el deficiente estado de su estructura. Según explica la regidora, los dueños pidieron que les fuese concedido un plazo de dos meses para poder estudiar qué tipo de intervención realizar en el inmueble. Al expirar ese tiempo y no haber recibido ningún proyecto, el Concello volvió a remitirles el requerimiento, tras el cual los propietarios solicitaron un mes más de plazo.
"Ellos pidieron un mes porque igual pensaban que les daríamos menos tiempo, pero ahora le contestamos que tienen tres meses para hacerlo", explicó ayer Cachafeiro. Así las cosas, los responsables de la casa tienen de plazo hasta principios del próximo mes de febrero para presentar un proyecto de demolición o de rehabilitación, "lo que ellos decidan hacer" con el inmueble, señala la mandataria local
Según Cachafeiro, los propietarios coinciden con el gobierno local y los técnicos municipales en que la vivienda presenta un alto grado y son conscientes del peligro que supone. "Quiero solucionar el problema, pero también, darle a ellos la oportunidad de que hagan las cosas bien", explica la alcaldesa forcaricense.
Se trata del primer expediente abierto por el gobierno de Cachafeiro a un inmueble en estado ruinoso. Los desprendimientos que de su fachada se produjeron el pasado invierno, durante los días de lluvia y viento, hicieron saltar la alerta y evidenciaron la necesidad de intervenir para evitar posibles daños personales.
Por el momento, el Concello no ha impuesto ninguna sanción a los dueños. Según la alcaldesa, tienen intención de solucionar el problema. Si no lo hacen, la administración local seguirá el procedimiento, es decir, procederá a su demolición o aplicará cualquier otra medida que sirva para garantizar la seguridad, trabajos que acabaría repercutiendo en los propietarios. Si estos agotan el plazo de tres meses otorgado, el inmueble pasará parte del invierno sin ninguna intervención.
