"Me jubilé parcialmente, pero voy a continuar un poco más para esperar por mi mujer", dice Emilio Codesido, fundador, junto a su esposa, Delfina Tallón, de la Carnicería Codesido. La empresa empezó a funcionar en el Supermercado Bastida en 1980 y cinco años después abrió su propio local en la Avenida de América, con una empleada que continúa desde entonces. En los últimos quince años el matrimonio también cuenta con la ayuda de su hijo Javier, que garantiza el relevo generacional.