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Vila de Cruces invirtió el año pasado más de 500.000 euros en la mejora de viales

Destina otros 200.000 a obras en el casco urbano - Ingresa en impuestos y tasas 1,2 millones menos de lo previsto, por el retraso en transferencias de la Diputación y la Xunta

El Concello de Vila de Cruces abonó el año pasado 550.700 euros por el acondicionamiento de viales del municipio, según se indica en la cuenta general de 2016, que el gobierno remitió al Tribunal de Cuentas el pasado día 4. Esta cuantía se reparte, a grandes rasgos, en una docena de obras de las que queda un remanente de 230.179 euros y de las que la única actuación aún pendiente, al cierre de 2016, es la pavimentación del camino de Ferradal y Chopo, presupuestada con 50.798 euros.

De este modo, se destinaron 91.744 euros a la pista entre Amosa y Camanzo; 59.086 a la pavimentación entre Albín y Añobre y el campo de Loño; 35.525 al acceso a la iglesia de Carbia y a Candañedo; 47.831 a la mejora del vial en Susovila; 58.607 a una intervención similar en A Contiña y el campo de la fiesta de Larazo; 101.627 a la pavimentación entre Bascuas y Guieral; 24.399 a la mejora de un camino en Seixo; 38.761 a la capa de rodadura del acceso a Vilar; 928 a acondicionar el camino de Candañedo; 1.049 a caminos de Santomé de Obra; 2.135 al que enlaza Barral y Fontearcada; 29.058 a la mejora del acceso al colegio de Piloño y 59.950 a caminos entre Losón y Cumeiro.

A estas obras en la zona rural del municipio se suman las actuaciones en el casco urbano, que supusieron un desembolso de 198.135 euros. La mayor cuantía, 91.534, se destinó a mejorar el acceso a la Praza Juan Carlos I y el enlace con la Praza da Igrexa. El resto de la partida se reparte entre los 72.114 para las aceras y servicios de un tramo de la calle Soto (de esta intervención sobran 5.616 euros), los 32.800 para la accesibilidad de la calle Neira Vilas y el colegio y, por último, las aceras y servicios de la rúa Amable Durán, en la que se abonaron sólo 1.697 de los 52.613 euros presupuestados.

Vila de Cruces pasa por ser uno de los municipios de la comarca con más áreas recreativas y espacios verdes. Al cierre de 2016, aún tenía pendiente gastar casi 31.100 euros en el entorno del auditorio de Gres, pero sí desembolsó 55.758 en el parque infantil del casco urbano, así como 33.885 en el acondicionamiento de la zona verde de O Camballón. A través de un programa europeo, se invirtieron 6.423 en las Insuas de Gres y en A Carixa, una intervención que dejó un remanente de 8.074 euros. A parques y jardines se destinaron, en conjunto, 96.066 euros.

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