El Círculo Recreo Casino de Lalín programa para mediados del mes que viene una actividad que tiene como base el arte dramático. La salmantina afincada en Lalín, Raquel Chavarrías Casín, será la encargada de imparte unas clases orientadas al fomento de la expresión corporal entre todos aquellos que se animen a explorarse a sí mismos, tal y como indica la mujer promotora de esta iniciativa.
-¿Cómo fueron sus pinitos con el mundo del arte teatral?
-Estudié en una academia particular, en Salamanca, con un profesor especializado, y empecé como hobby en lo que era una actividad extraescolar. Hacíamos teatro de calle y, después, me aventuré a montar mi propio grupo de teatro llamado Jaque Teatro. Trabajábamos muy bien para lo que es allí el Concello, con teatro en distintos sitios como locales y pubs de la ciudad. En Salamanca el teatro está muy valorado, cosa que aquí en Galicia deja un poquito que desear.
-¿Cuándo surge la idea de impartir unas clases de teatro en las instalaciones del Casino de Lalín?
-Me vine a Lalín por amor, aunque soy viguesa de adopción. Yo estuve dando clases extraescolares de teatro en el colegio Sagrado Corazón durante dos años. Como siempre tengo una espina clavada con el mundo del teatro, y es algo que me atrae mucho, pues resulta que una de las personas que van a coger ahora el Casino es mi mejor amiga, y me comentó la posibilidad de realizar esa actividad allí, y me pareció perfecto. Presenté el proyecto, lo aceptaron, les encantó, y lo pondremos en marcha en cuanto sepamos cuánta gente se anima a participar en estas clases.
-¿Será una actividad pensada para personas de todas las edades?
-No, será teatro de adultos. Lo que quiero hacer no es un teatro convencional, en el que te aprendes un papel, un guión, y después se hace una representación y ya está. Yo me baso en las técnicas teatrales, es decir, la expresión corporal para mi es importantísima, así como la vocal. Se trata de conocerse a uno mismo. Luego, y ya en un segundo plano, podemos hablar de desarrollar un papel e incluso representar una obra, por supuesto. Pero ya digo que eso estaría en un plano más secundario. Se puede decir que más bien se trata de auténticas terapias individuales que pretenden cubrir las necesidades de cada persona en momentos determinados de su vida. Yo trabajo también el mimo, la relajación con una sección de baile incluida, porque me gusta decir que son actividades teatrales, y no el teatro en sí como la gente lo entiende de manera convencional. La semana que viene empezaremos a colocar carteles por Lalín y con suerte, si tengo un mínimo de entre diez y quince personas, espero poder empezar lo más tardar sobre el 15 de noviembre con las clases.
-¿Por qué tienen tanta importancia las secciones de expresión corporal en una actividad como la que pondrá en marcha en Lalín?
-Tú cuando te pones delante de muchas personas interpretando a un personaje tienes que calcular muy bien el espacio del escenario sobre el que vas a actuar, tienes que conocerte, tienes que modular tu voz y tus gestos, porque son muchas cosas a la vez. Es un trabajo continuo, no es algo que se pueda realizar sin previo conocimiento de la persona. Ya digo que cada uno de nosotros tenemos unas dificultades en algo concreto. En eso me quiero centrar en una actividad como la que vamos a realizar en el casino para trabajarlo con la gente que se quiera animar a venir. Se trata de superar esos campos de la vida que muchas veces no somos capaces de afrontar ni de enfrentarlos por miedos, traumas o vergüenzas. Todos tenemos ese tipo de barreras, y realmente no nos conocemos a fondo ni sabemos hasta donde podemos llegar. Quiero trabajar la manera de superar esos complejos con la gente que finalmente se apunte a esta actividad teatral del casino.
