Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los incendios y las elevadas temperaturas condicionan el inicio de la temporada de caza

Las sociedades cinegéticas de Deza destacan el incremento de las piezas, pero creen que los perros no podrán continuar el rastro

Una de las cuadrillas de la sociedade de Lalín tras cazar tres corzos.

Hoy comienza la temporada de caza menor (conejo, perdiz y liebre) en Galicia y ésta viene marcada por un prolongado período de sequía que ha dejado los montes en una situación precaria por falta de alimento y agua. Una situación más aguda, si cabe, que la encontrada cuando comenzó la temporada de caza mayor. La escasez de humedad y las altas temperaturas afectarán al comienzo de la actividad, puesto que, tal y como apuntan los diferentes presidentes de la sociedades de caza de la comarca es previsible que aunque haya gran cantidad de participantes las condiciones no serán las óptimas hasta que llueva. A eso hay que sumarle el caso particular de Silleda, que ha visto como su mejor localización para cazar fue calcinada por un incendio voraz.

Problemas para este inicio hay varios, pero el que más destaca es la falta de rastro. Los perros, al no haber humedad en el ambiente, les resulta imposible continuar la pista del animal. Además, las altas temperaturas cansan al cánido más de lo normal e impiden continuar el rastreo tanto como a los cazadores les gustaría. Pero este no es el único contratiempo que encuentran. Sin duda los incendios van a lastrar la campaña de caza menor, sobretodo para la Sociedade de Caza de Silleda, tal y como reconoce su presidente. "No se espera un año de buenas perspectivas", lamenta. "El mejor sitio de caza ardió estos días, no podremos cazar allí durante cuatro años", apuna Caramés. Además de ello, asegura que el resto de los terrenos van a conglomerar a un gran número de participantes llegando a ser una "masificación" que dificultará el deporte. Otro de los aspectos negativos para la caza en Silleda es que la sociedad detectó animales enfermos, lo que disminuirá el número de piezas.

Sin embargo, a pesar de los diferentes problemas todas las asociaciones saldrán este fin de semana para realizar una primera toma de contacto. De la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín saldrán la mayoría de sus socios, que superan los 500. El presidente del colectivo, Julio Mariño, apunta que no sabe cuantas saldrán, pero como es habitual, la primera jornada es la de más afluencia. Las temperaturas son su gran preocupación, como también los son para lo Tecores Bertaña y Farelo, o la Sociedade de Caza de Dozón. Mariño explica que se espera un incremento en la liebre con respecto al año pasado, mientras que el conejo y la perdiz "están en horas muy bajas", dice. Ve como condicionante principal el terreno, "lo tenemos muy poco trabajado, algo que intentaremos para próximos años, s más importante cuidar el habitar que soltar animales".

En Tecor Farelo también destacan la sequedad del terreno. No obstante, señalan que en sus cotos "las mejores horas para cazar será a primera hora, luego las grandes temperaturas lo hará imposible". Desde la Sociedad de Caza de Dozón comparte la opinión con el Tecor Farelo. Apuntan que en su coto se puede albiscar más piezas de animal que otros años, pero sin duda creen que hay un exceso de jabalí y zorro.

Compartir el artículo

stats