La protección del medio ambiente y las políticas activas para preservar el territorio son cada vez más prioritarias para los concellos. Su nivel competencial es limitado como también son los recursos públicos, muy necesarios para atender el día a día de sus administrados. De todos modos, dentro de las capacidades o del margen de maniobra que tienen los ayuntamientos, el dinero que se reserva cada año en las cuentas municipales para iniciativas específicas relacionadas con el medio ambiente es en gran parte de los casos insignificante. Lalín y A Estrada son, dentro de la veintena de concellos gallegos de primera categoría, donde las políticas medioambientales tienen una menor presencia en sus cuentas públicas.
Si analizamos la partida genérica referida a la protección del medio ambiente -en casos también se incluye el mantenimiento de parques y jardines municipales- las dos capitales de comarca están a la cola en inversión en estos capítulos. Los datos de los presupuestos de Lalín y de A Estrada establecen que en su diseño se reservaron solamente 12 euros por habitante de inversión en el primer caso y poco más de uno en la capital de Tabeirós. Así, los números redondos que constan en las cuentas del concello lalinense para este año en el capítulo de protección y mejora del medio ambiente representan en torno a 240.000 euros, mientras que en a Estrada la cuantía es mucho menor y se sitúa en los 21.000. En consecuencia, estos montantes suponen el 1,64 y el 0,17 respectivamente de un presupuesto de 14,6 millones de euros en Lalín y de 12,6 en el municipio vecino.
En los demás concellos grandes de la provincia la inversión en medio ambiente por habitante se sitúa entre los 13 euros que dedica Ponteareas -una cuantía semejante a Lalín-, mientras que Cangas, Vigo o Pontevedra rebasan los 30 euros per cápita. En Redondela la cuantía es bastante semejante, mientras que en Marín y en Vilagarcía de Arousa la inversión es de 24 y 23 euros por vecino. Dentro de estos parámetros se mueven Lugo o Ourense, cuyas administraciones municipales movilizan cada año en torno a 24 y a 29 euros por habitante. Los municipios coruñeses son, atendiendo a lo que muestran sus partidas presupuestarias para la preservación y mejora del medio ambiente los que registran una media más ambiciosa. Destaca sobre todo el caso de Oleiros que, con 3,2 millones de euros en políticas ambientales, habilita algo más del 11% de su presupuesto anual a estos capítulos, con una inversión por habitante de 92 euros. En A Coruña son 38 per cápita, cuatro menos que en Santiago. En Carballo son 15 euros, hasta 48 en Culleredo y 61 en el caso de Arteixo; casi el doble de lo que emplea el municipio de Ames.
En términos absolutos, Vigo es el concello de primera categoría que más recursos económicos moviliza para programas municipales relacionados con el medio ambiente ya que este año aparecen en sus cuentas 9,6 millones. En Pontevedra son casi 3 y, dentro de la provincia, ni Redondela ni Vilagarcía alcanzan los 900.000 euros. También hay que tener en cuenta que Lalín y A Estrada están entre las administraciones locales con un presupuesto más bajo de la veintena de los grandes. Solamente Marín se mueve en niveles semejantes a los algo más de 12 millones y medio del concello estradense.
