Casi siete meses han pasado desde que los efectos de los temporales "Kurt" y "Leiv" colapsasen las comarcas y ocasionasen numerosos desperfectos en bienes privados e infraestructuras públicas. El auditorio municipal de Lalín fue uno de esos edificios en los que las ráfagas de viento y las intensas lluvias provocaron desperfectos, que, transcurrido este tiempo, solo en parte han sido solventados. A estas alturas el gobierno municipal no tiene claro de dónde sacar los 126.900 euros que faltarían para acometer las obras pendientes. Pese a contar con un presupuesto en vigor desde hace semanas, cuestiones de tipo administrativo u otras que se desconocen, lo cierto es que el Concello no tiene a día de hoy los recursos económicos necesarios para actuar en uno de los edificios públicos que más uso tiene.
La semana pasada se aprobó una modificación de crédito por importe de 62.000 euros para dotar de recursos un informe técnico que estima suficientes para acometer reparaciones en la sala Tuno Valdés. Esta aportación municipal se suma a otra, de 54.276 euros, aprobada en febrero y cuyas obras ya se llevaron a cabo. En este caso los trabajos se licitaron por la vía de urgencia para atender las carencias más inmediatas en un edificio en el que el temporal arrancó de cuajo parte de la cubierta, entrando gran cantidad de agua al interior y viéndose afectado el patio de butacas. Rematadas estas primeras obras, el Concello encargó otro informe técnico municipal que entonces cifró en 250.000 euros los fondos precisos para dejar en óptimo estado el edificio. A finales de marzo se habían detectado más daños, en este caso en la zona del vestíbulo del salón teatro, donde, por cierto, existen estas filtraciones de agua casi desde que la infraestructura fue inaugurada. He hecho era bastante común ver cubos de plástico en el suelo justo debajo de las zonas de goteras.
Ahora, la última memoria valorada indica que el coste de las actuaciones todavía necesarias alcanza los 188.900 euros, que si restamos los 62.000 aprobados la semana pasada, dejan la financiación pendiente en casi 127.000; es decir, la mitad de lo que costaría el conjunto de las reparaciones. Con la suma todavía por concretar se podría atender las obras en las zonas interiores de las aulas del conservatorio de música y también en la entrada al salón teatro.
Estos siete meses pillaron al concello sin un presupuesto aprobado, una vez que la cuenta municipal no solo no entró en vigor en enero sino que el gobierno local tuvo que recurrir a una cuestión de confianza para sacarla adelante y que entró en vigor ya entrado el verano. Todavía con este condicionante, a muchos vecinos y usuarios de este inmueble les cuesta entender como un Concello con un presupuesto de más de 14 millones de euros no tiene margen de maniobra técnica o política para afrontar unas obras tan necesarias como urgentes. Mientras, la actividad diaria tanto en el auditorio como en el salón teatro se mantiene después de unos días, al principio, de que se cerrasen por precaución. Ambos bienes tampoco disponen de un seguro específico de daños, aunque sí, como los demás edificios, municipales, de uno de responsabilidad civil.
