El notable descenso del caudal del río Asneiro, del que se abastece el término municipal lalinense, a consecuencia de la sequía pone en riesgo cada vez más el suministro de agua a la localidad. Si en julio el gobierno local apeló al consumo responsable y reiteró esta alerta este mes, la ausencia de precipitaciones ha desencadenado una situación "límite" que obliga a tomar medidas urgentes. Si en el plazo aproximado de una semana no llueve el Concello recurrirá a cisternas para abastecer los depósitos y garantizar así que los ciudadanos puedan disponer de agua en sus viviendas.

Así lo adelantó ayer la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso, quien descartó que se vayan a decretar cortes de suministro, no tanto por necesidad, sino porque esta medida podría desencadenar un fenómeno adverso. En estos casos, dijo, los ciudadanos suelen aprovechar las horas de interrupción del servicio público para realizar grandes acopios de agua en bañeras o recipientes que luego vierten si no la necesitan o se restablece el abastecimiento. Por tanto, el remedio sería peor, y además un corte de suministro generaría futuros problemas técnicos en la red municipal. Para planificar las actuaciones el ejecutivo municipal convocó desde ayer un "gabinete de crisis" y en esta primera reunión con responsables de la empresa concesionaria, Espina y Delfín, participó Alonso y el alcalde, Rafael Cuiña. "La cosa es seria y preocupante", declaró la edil de Medio Ambiente. Lo que se pretende es actuar de manera coordinada con la empresa y seguir sus recomendaciones, por eso estas reuniones del gabinete de crisis se celebrarán todos los lunes hasta que la situación mejore o se revierta. "Lo que deseamos es tener a los vecinos informados", declaró. La solución pasa por que lleguen unas lluvias que, consultando las previsiones meteorológicas, no se prevé que aparezcan en principio durante esta semana. Lalín tiene dos estaciones de bombeo en el río Asneiro. La más moderna está situada en Catasós y desde hace un par de semanas está inoperativa ya que el caudal es insuficiente. En consecuencia solo funciona la de Botos, pero el nivel del cauce tampoco es muy alto. Esta captación es la que se está recurriendo por las noches. "Cuando se empieza a bombear, el río baja una cuarta", manifiesta Alonso.

Además de reiterar un consumo responsable, el Concello prevé tomar otras medidas como cortar el suministro de algunos ramales en el rural si se detecta que vecinos siguen usando el agua de la traída para regar huertas u otras propiedades. A juicio de la concejala este año es el más seco de los últimos tres y además se arrastran unas condiciones meteorológicas poco favorables.

La concesionaria le comunicó a los representantes municipales que desde que se pidió a la población que recurriese al agua de la traída con responsabilidad descendieron los niveles de consumo. Pero aún así no es suficiente debido a la sequía y a la ausencia prolongada de lluvias que impiden que el Asneiro recupere unos niveles mínimos que garanticen un normal abastecimiento de agua al municipio.