A pesar de las impactantes e imborrables campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT), alumnos que ayer asistieron al curso en la autoescuela Auces, coincidían en señalar que no existe una conciencia real de los jóvenes ante el peligro que supone conducir después de consumir drogas Su mayor preocupación es el carnet de conducir y los puntos. Cada día hay una mayor concienciación sobre la conducción, pero aún son cifras muy elevadas.

La DGT intensifica los controles de alcohol y otras drogas entre los conductores de todo tipo de vehículos, con el objetivo de reducir la accidentalidad ocasionada por el consumo de sustancias psicoactivas. Un Estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas en conductores realizado en 2015 por la DGT constata que 12 de cada 100 conductores circulan tras haber ingerido drogas y/o alcohol. En 2016, más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas que los agentes realizaron en vías interurbanas.

A estas cifras hay que sumar la de los controles que realizan las distintas policías locales y autonómicas en su ámbito de actuación. Según la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología, el 43 % (275) de los 638 conductores fallecidos y analizados por dicho organismo tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En el caso de los peatones analizados en el mismo estudio -un total de 179-, el porcentaje asciende al 46%.