Cada uno de los municipios de la comarca ponen en marcha, como todos los años, estrictas normas de seguridad que los organizadores de los festejos deben poner en marcha. Además de la distancia con los objetos, árboles o edificios o el tamaño de los fuegos, también se debe tener cuidado en no encendelos bajo tendidos eléctricos o telefónicos, así como en las cercanías de un almacén de productos inflamables.

Asimismo, se prohiben la quema de neumáticos, plásticos, aceites, entre otras cosas, en general, cualquiera sustancia que desprenda humos tóxicos, además de cuidar de no echar al fuego recipientes que contengan líquidos inflamables o gases a presión -sprays- aunque estén vacíos. En el supuesto de que la hoguera se haga sobre terrenos de uso público empedrados, asfaltadas y pintados, los organizadores se encargarán de proteger el pavimento y pintura con una capa de 10 centímetros en toda la superficie del fuego. Al finalizar y antes de abandonar el lugar, los responsables cuidarán que las cenizas queden totalmente apagadas para que no pueda haber algún tipo de peligro en su ausencia. En todos los casos los organizadores serán los responsables de los daños que se puedan ocasionar a terceros.